domingo, 29 de diciembre de 2024

"Es hermosa, hermosa como la democracia"...

Andrés Eloy Blanco.
Se acerca el día más esperado del año, en la noche cuando pone fin a su calendario, a las doce en punto se encienden las ciudades con las luces de la algazara del festín beodo, por el comienzo de un nuevo año, para ésta fecha 29 de diciembre del año 2024, cuando escribo éstas líneas, esperamos con frenética esperanza la llegada del nuevo año 2025, por el significado histórico de su aproximación, en cuanto y en tanto se configura la posibilidad real del hecho cierto, de reiniciar en nuestra querida Venezuela, una nueva etapa floreciente de su democracia en libertad y en el ejercicio pleno del Estado de Derecho.  

¿Quedaran las lecciones en la mens consciens de los venezolanos, acerca de la necesidad intrínseca de un cambio real, en los modos y actitudes ciudadanos, para hacer efectivo un cambio radical por la nación venezolana?

¿Quedará clara, la cruel lección, de ser extranjeros en tierra ajena, para comprender que tenemos un gran país inigualable y único, que hay que cuidar celosamente de toda apetencia personal a los intereses de la nación, sus instituciones, su desarrollo social y económico nacional, mediante un cambio de los falsos paradigmas de la corrupción y los antivalores de las sociedades degradadas? 

Hombres virtuosos, hombres dignos y esforzados, construyen las repúblicas, sentenció nuestro padre Libertador Simón Bolívar, tenemos muchos de ellos en el epítome ético, moral, profesional, técnico y trabajador de nuestra gente, somos un pueblo bueno, pero, nunca faltan los “Mojones de Burro” que echan a perder ese don sagrado de nuestro gentilicio de ser Venezolanos, con mayúscula, tristemente hay venezolanos de minúscula, que llevan esa nacionalidad por haber sido copulados en ésta Tierra de Gracia, pero, que por desgracia, hacen por su conducta ilícita e inmoral, despilfarro de una razón de ser nacional, única y propia de los grandes padres de la patria Venezolana, de sus hombres y mujeres trabajadores, productivos, éticamente solventes para con nuestro país.

Esa mayoría aplastante de Venezolanos de bien, ahora tomará el rumbo de la patria, señalará con vergüenza a los viles depredadores de nuestra tierra y de su pueblo, establecerá un nuevo Estado de Derecho con Justicia Social en Democracia y ejercicio pleno de la libertad ciudadana, cambiará los viejos paradigmas del arribismo, trepador y rastacueros, por el hombre moral y cívico.

Las fuerzas armadas, se consolidarán bajo los preceptos institucionales de su sacrosanta tarea de proteger las fronteras e integridad nacional de Venezuela, amparando con su espada las garantías constitucionales consagradas en el texto fundacional de la República de Venezuela, la separación de los poderes públicos y la obediencia plena no deliberante, para defender esas instituciones del Estado Venezolano; sus tribunales militares, someterán a juicio, amparados en leyes penales efectivas y eficaces, aquellos elementos insubordinados a los viejos paradigmas y virtudes militares, indispensables para el ejercicio de la ética de su profesión.

Recuerdo ahora aquellos felices años de mi infancia, en la Venezuela libre y en democracia, que me tocó vivir al lado de mis padres, cuando aún era un niño a mis siete años de edad, breve tiempo de maravillosa vivencia familiar, eclipsada con la muerte de mi padre; eran los años del gobierno del Presidente Raúl Leoni, aún teníamos una democracia fuerte y respetable, donde desde el portero hasta el ejecutivo empresarial, clase obrera o profesional, era un engranaje ciudadano al lado de sus fuerzas armadas, defensoras del orden constitucional de entonces.

Si es posible una Venezuela en democracia, lo demostramos en nuestro pasado de mediados del siglo XX, ahora nos toca reconstruirlo, y mejorar incluso, superando los factores distorsionantes de la vida en Democracia, pues prefiero el ensayo y error en la perfectibilidad de la democracia, al hegemonismo partidista de quienes se creen y asumen para sí la defensa del pueblo y de sus clase trabajadora, prefiero la unión civil de su gente productiva: Profesionales, técnicos, empresarios y trabajadores, todos marchando al paso de la grandeza de la nación Venezolana; por tanto la democracia es vital y hay que defenderla día a día, como lo decía, el diputado ante la Asamblea Nacional Constituyente del año 1947, el insigne Venezolano don Andrés Eloy Blanco: “Es hermosa, hermosa como la democracia. La democracia está de pie en la encrucijada de las más trágicas codicias… (Omisos) Pero ella sola no lo es todo. Cuando una Asamblea hace una Constitución, hace el espejo de un pueblo. Cuando se hace el espejo de un pueblo, tiene que haber un buen pueblo para mirarse en él. Cuando se hace una Constitución, se hace un código de moral, pero no se hace una moral; cuando se hace una Constitución se hace una norma de conducta; cuando se hace una Constitución, se hace una ley de buen gobierno, pero no se hace un buen gobierno. Es el uso de ella, es el empleo de las facultades que ella confiere, es el timón bien llevado, es la proa siempre puesta a la justicia, lo que de ella va a infundir la grave responsabilidad en la conducta de los gobernantes”.

Abogado JL Reyes Montiel.



Poema en prosa literaria
"Las Uvas del Tiempo"
Selección de versos, 
Diseño gráfico, edición y montaje, efectos, musicalización y locución:
por éste servidor JLReyesMontiel


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