viernes, 22 de junio de 2018

La Paleta.

Este antiquísimo instrumento popular servía para batir el cacao en su proceso de preparación del chocolate hasta quedar en su punto exacto de cremosida, y digo antiquísimo por tratarse de un simple listón de madera chata, lo que nos lleva a pensar de sus origines primitivos en la cocina de los primeros seres humanos.

El tema musical “María Paleta” del grupo Un Solo Pueblo describe en su letra jocosamente el afán en su empleo culinario y para otros menesteres domésticos, así como para una vieja practica ya superada, afortunadamente, del almidonado de la ropa, las amas de casa o la servidumbre hacían uso de la paleta para extraer la ropa de la olla donde se hervía en agua con almidón disuelto en polvo y se colocaba por unos minutos asegurando su planchado impecable y dejando la prenda de vestir toscamente endurecida evitando así que se arrugara con su uso durante el día.

Yo hasta un tiempo más o menos, tuve que soportar pantalones y camisas almidonadas, especialmente mis uniformes escolares durante mis primeros años de estudios, suerte que salieron al mercado suavizantes y otros productos para el planchado dejando atrás este anticuada incomodidad, pues la ropa almidonada no solo quedaba endurecida lo cual resultaba algo molesto al andar, sino que al sudar desprendía sus olores propios del almidón natural tomado de la planta Yuca.

Recuerdo a mamá mezclando el azúcar con la paleta para lograr el almíbar en sus dulces de hicacos, lechosa, piña, cascos de guayabas, así como en sus delicadas, manjar blanco, majarete y mazamorra.

Me detendré en las “Delicadas” pues son muy sencillas de preparar, por ser un platillo muy singular y quizás poco conocido por algunos, pues quién no conoce los otros manjares de la cocina Zuliana; hay tantas “Delicadas” como de las frutas puede elaborarse algún jugo, así tenemos delicadas de piña, naranja, guayaba y mango, nombró éstas por ser la que mamá preparaba con mas frecuencia.

Para hacer “Delicada” debemos contar con la famosa marca –Maizina Americana- la cual una vez colocado el jugo respectivo en una olla, endulzado al gusto y puesto en ebullición, se le agrega lentamente la maicena que previamente se coloco en una porción de 2 o 3 cucharaditas disueltas en agua dentro de una taza de café, ajustándose la cantidad de maicena según se desee más o menos cremosa y densa la delicada, resultando una especie de pudín, perfecto como postre o para compartir durante las tardes a la hora de la merienda.

Para los niños de otrora, la paleta era también un instrumento de corrección y disciplina casera, vaya paleta que solían darse a los muchachos por la rabadillas, mamá me sonaba con la paleta por la parte trasera de las canillas, haciéndome brincar hasta llorar, pero esas medidas disciplinarias eran comunes entonces y no por ello innecesarias, pues considero que esas “pelas” que nos echaban formaron los hombres y mujeres que somos nuestra generación, así como generaciones anteriores desde nuestros ancestros.

El asunto fue que tremendo como era yo, un buen día mientras mamá dormía vi la susodicha paleta detrás de la puerta de la cocina donde mamá solía acomodarla en un clavito sostenida de un curricán, sin pensarlo mucho agarré la puñetera paleta y se la tiré al techo de la casa, a los días con la primera lechura que hice mamá buscó la paleta para sonármela en las canillas y ella busca que busca sin encontrarla mientras yo me reía, torpe acción la  mía, porque en vista que la paleta no  apareció mamá tomó la manguera de regar sus matas y cortó un pedazo como de medio brazo y bueno para que les cuento, hay quedó eso.


JLReyesMontiel. 






       

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