Pascual Reyes Albornoz 1904-1967 |
Como
una de esas cosas bonitas que te pasan sin esperarlas, en estos días me
encontré con el primo Iván Reyes Escaray, su bastón a la mano derecha, su
izquierda discapacitada por un ACV que
urdió de su caminar ligero el paso lento de hoy, -Iván que grata sorpresa- le
dije, un abrazo trastocó pasados sentimientos, cuando siendo yo un niño nos
visitaba acompañado de su esposa Yuya en mi casa, recién fallecido mi padre
Pascual Reyes Albornoz.
Iván
es uno de los hijos de mi difunto tío Carlos Luis hermano menor de mi difunto
padre, ambos conmovidos por el casual encuentro nos sentamos sobre un enlosado
de una esquina cercana a su casa –y vos que hacéis por aquí- me preguntó,
-diligencio el pago del impuesto municipal ante la Alcaldía de Maracaibo- y
continuamos nuestra tertulia familiar, le hice mención de un Devocionario
Católico que conservo desde esos años de 1965, tratase de un recuerdo
conmemorativo de su señora madre María Jesús Escaray de Reyes, y le indiqué que
ese librito religioso colmó de alientos las ausencias de infancia.
Como
yo buscaba la sede de la oficina
administrativa tributaria municipal, Iván me acompaño hasta su casa pues queda
diagonal a dicho edificio público, -venite conmigo y así sabéis donde vivo- lo
dejé en su casa y seguí mi diligencia no sin antes replicarle a Iván –¡Vé! voy,
pago el impuesto y regreso para seguir charlando un rato contigo- Así lo hice,
regresé a su casa para no perder la ocasión del encuentro.
Al
llegar lo encontré descansando en su cuarto, y me mostró fotografías de su boda
con Yuya donde aparecía tío Carlos Luis, le hice el comentario, que
personalidad la de nuestros tíos, entonces Iván me contó varios anécdotas de
los hermanos Reyes Albornoz, de mi padre, de mi tío Roman, tío Carlos.
Tío Carlos Luis Reyes Albornoz |
De
papá me contó, que siendo muchacho navegaba en bote de velas y a remo desde su
natal Punta Piedras (Municipio Miranda del Estado Zulia) hasta el puerto de
Maracaibo, comerciando leche de cabra, -que habilidad aquella de soltar velas
desde aquella costa y llegarse hasta
Maracaibo- resaltaba admirado mi primo Iván de su tío Pascual; otro dato
curioso de mi padre era que practicaba
la pesca para consumo propio de sus hermanos y señora madre mi abuela Sara
Albornoz, en efecto, recuerdo que siendo niño husmeando entre sus cosas en su
escaparate, encontré anzuelos de diversos tamaños y amarras con sus cordeles,
resguardadas entre otras cosas con sus polainas de montar caballo, que ese es otro
buen anécdota.
Los Primos Hermanos Iván y Francisco Reyes Escaray, Pascual (papá) y Tío Carlos Luis Reyes Albornoz. |
Les
contaba sobre las Polainas de papá que guardaba junto con su funda de lana para
montar caballo, papá, me narraba el primo Iván, -Montaba su caballo rucio moro “Pantaleón” y
cuando llegaba a casa con sus “palitos” no se desmontaba sino que entraba
cabalgando desde el portón por toda la sala, el comedor, hasta la cocina y el
patio, y era allí donde desmontaba, en cierta ocasión, muy ebrio, se calló
desmontando el animal, bueno José Luis y se quedó tendido sobre la arena del
patio, todos asustados nosotros veíamos admirados como “Pantaleón” trataba de
despertar y levantar con su hocico a tío Pascual- así de noble era ese caballo.
De
tío Román y tío Carlos Luis, el primo Iván me habló de la franca unión entre hermanos que mantenían, e incluso sobre el local para fiestas por ellos denominado el ESREY CLUB, del cual eran propietarios tío
Román y tío Carlos Luis, situado muy cercano a la casa de Iván en la esquina de
la avenida 3H con calle 80 por las inmediaciones de la iglesia Padre Claret, pero
ese será otro relato que les contaré.
JLReyesMontiel.
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