sábado, 18 de junio de 2016

Pregoneros marchantes.

Marchante en su burro
Todos conocemos la canción del maestro Rafael Rincón Gonzales Pregones Zulianos y bien sabemos como en el centro de Maracaibo es común ver y escuchar a los diversos vendedores ofreciendo sus productos y mercaderías a vox populi, pero seguramente también recordaran los más cincuentones aquellos pregoneros que iban por las calles marabinas sobre bestias, cantando a su muy particular modo, lo que vendían de casa en casa.

Entonces la oferta era tal que no había que buscar en el mercado ciertos rubros de consumo, pues los marchantes por su interés de vender, deambulaban por las calles de la ciudad de Maracaibo, bien sea sobre carretillas empujadas por algún ayudante, también mediante tracción de burros y otros hasta en bicicletas, vendiendo a domicilio aquellas cosas y alimentos  de primera necesidad para el hogar.

Había vendedores de todo género y especies, empecemos desde una fresca mañanita marabina, allá desde la solariega casa de mi infancia, nuestro perro “Duque” iba y venía ladrando a cuanto transeúnte pasará por el frente, pasaba en bicicleta el periodiquero con el Panorama de ese día para papá, terrible aquel repartidor de prensa, lo lanzaba cual grande liga de béisbol con inmisericorde fuerza mientras pasaba veloz con su silenciosa bicicleta,  teníamos que recogerlo antes que nuestro perro se encargará de destrozarlo. 

Luego pasaba en una ruidosa trimoto con cajoncito detrás, el portugués con su pan francés calientico, ese avisaba, solo por su moto claro está que estaba por llegar el desayuno y la cena del día, entregando el pan en el portón de casa, luego cobraba al cierre de la semana. 

Como a eso de las ocho de la mañana pregonaba el vendedor de escobas y lampazos, ese ya lo hacía cantaito, de este modo… -lampazos y escobas, escobas y lampazos- así marchaba sobre su burro de esquina a esquina de nuestra calle mientras “Duque” el perro furiosos deliraba ladrando y ladrando.

A las diez un poco más o menos, era el turno del vendedor de pescado, desde lejos ya se dejaba escuchar su muy particular pregón… -la corvina fres, la lisa fres, el pescao fres- cantaito con un tono tan chillón que apenas se comprendía el sentido de sus palabras,  ese señor pasaba con su bicicleta de cajón delantero donde se sostenía una cava hecha en rustica madera, sobre la cual disponía el pedido requerido y mientras regateaba con el cliente el precio del kilo del producto, le raspaba con un cepillo de clavos las escamas a los peces.

Al rato, pasaba en su carretilla de madera empujada por el mismo marchante y su ayudante, el verdulero con sus frutas y demás verduras frescas, sobre un pedestal guindaba el peso desde el cual calculaba el precio por kilo de medida detallada al comprador; más luego pasaba también en su carretilla el platanero, éste cantaba de este modo –plátano verdeé, pláaatanos madurooos-  ve que molleja de 12 plátanos por el precio de un Bolívar, ni hablar.

Como a las tres de la tarde aproximadamente, pasaba un señor con un palo al hombro en cuya parte superior disponía sus golosinas de melcocha, no sé porque pregonaba su producto como “Quesito Americano”  pues este era un caramelo colorido grande y espeso,  muy dulce pero una verdadera melcocha que se pegaba a tus dientes y muelas, resultando hasta incomodo chupárselo, más tarde la industria de las golosinas infantiles, generó un caramelo más pequeño cuyo nombre le vino al pelo… el famoso “Sacamuelas” muy parecido a la tradicional melcocha marabina.

Ah por supuesto, no podría dejar de mencionar las campanitas de los heladeros, las trompetas de los cepilladeros, y el taqui taqui de las pinzas de los pasteleros, esto no tenían hora del día para pasar por tu casa, para satisfacer el gusto de comerse un pastelito caliente o refrescarse el calor del día.

Pregoneros de mi ciudad, te quedaste en el silencio bucólico del pasado, eres parte de mis imágenes y sonidos de mi infancia, por esas calles de Dios vas cantando con el sudor de tu trabajo tu sustento y resolviendo las carencias de la gente.

JLReyesMontiel.  

 

2 comentarios:

Manuel Gutierrez dijo...

Te falto Juan de la Calle cambiando botellas por la fruta de la epoca mamones, cirguerlas, o un pedazo de patilla . a y como olvidar alguien a quien en un principio le tenia panico "Rache Hilo" un señor alto y negro como trinitario que vendia Merceria con un maletin. mis hermanos mayores me decian que me iba a llevar y yo a lo que lo oia salia espitao!!! A otro que recuerdo El Señor Roberto un peluquero con un maletin de madera y maquina de pelar "Manual" el maletin era tambien silla alta para los mas pequeños Mama luego dejo de pelarme con el pues la capa estaba siempre percudida y por ultimo el camion del Gas con su estridente campana el del carbon y el que afilaba los cuchillos el que tenia un pitico tipo flauta de pan cpmp los que repartio Piñerua Ordaz en su campaña presidencial!!!!

JLReyesMontiel dijo...

De Juan de la Calle y Rache Hilo no los conocí, si recuerdo los amoladores, por casa pasaban con sus pequeñas Armonicas y sonido muy particular. Del señor Roberto, tampoco le conocí,me pelaban en el centro de Maracaibo con el famoso "El Pollo" detrás de la Alcaldía de Maracaibo, entonces era el Consejo Municipal. De meterle miedo a uno, a mi me metian miedo con las Wayuu que caminaban por la calle de mi casa de regreso a sus casitas de madera adyacentes a mi casa... Nos establecimos en Tierra Negra por el año 1964, en es e tiempo aún habia una ranchería Wayuu, diagonal a la esquina a la antañona casa propiedad de mi padre Pascual Reyes Albornoz,que antes fue un Hato en ese sector... Papá tenía una comadre Wayyu, la señora Natalia, y mamá me metía miedo con la señora Natalia, que si no me comportaba bien me iba aregalar a Natalia... Vé que te parece? Salía esmoyejao cuando veía a la comadfre Natalia con su Mante Guajira negra, pues era viudad de su esposo, tambien compadre de papá. Poco tiempo después, esos Wayyus vendieron esos terrenos a partoiculares que construyeron unas hermosas quintas en esa esquina de la actuaal avenida 13 con calle 69A de Tierra Negra... La comadre Natalia se fue con su familia y el resto de sus vecinos Wayyu para la barriada Ziruma.