La flecha indica la casa de mi infancia en la Calle Venezuela, propiedad de mi padre Pascual Reyes Albornoz, al lado se encontraba un local comercial también de su propiedad, donde para los años 1960-1970 estaba la Refresquería María Luisa, atendida por el italiano Mario, su señora e hijas, servían el mejor Perro Caliente de la ciudad con su famosa Colita un refresco elaborado en maquinas enfriadoras sin gas que resultaba la combinación perfecta.
Desaparecida Plaza Hermagóras Chavez con sus Robles o Apamates, esta era la vista desde la ventana de la sala de mi casa situada enfrente, desde cuya balaustrada observaba el ir y venir de los carros y la gente, su tumulto y bullicioso hablar, la camioneta estacionada transportaba hielo para su distribución y venta en la ciudad, eran dos camionetas, recuerdo cuando montaban el hielo con garfios de hierro, ya mas adentrada la mañana con el repicar del reloj de la Basílica, regresaban sin su helada carga y los operarios colocaban al Sol los sacos de fique que protegían y conservaban el hielo del Sol Marabino.
Diagonal a la Plaza y desde el busto de Hermagoras Chavez, en la esquina subyacente la Escuela "El Libertador" con la calle 95 Venezuela y en toda la esquina el local comercial antes Molienda, luego un Abastos y finalmente una Refresquería denominada María Luisa.
Foto mucho mas antigua del lugar donde se construyó dicha Plaza, casas de lo que fue el viejo Saladillo, así llamado por ser el lugar donde se salaba el pescado en la Maracaibo colonial, se puede ver los andamios de la reconstrucción de la Basílica y sus cúpulas al estilo Florentino.
Templo de San Juan de Dios, foto de comienzos de finales del siglo XIX, notese la arena de la plazita.
En esta foto mucho mas antigua se destaca la casa parroquial.
En esta foto el frontis decorado con mármoles de para entonces, sus mas destacados
párrocos, Monseñor Arturo Celestino Alvarez. y Monseñor Marcos Sergio Godoy
La llamada popularmente La Plazita de la Basílica, rodeada de las típicas casas maracaiberas, en un primer plano la torrecilla del conocido como El Hospitalito, Hospital Chiquinquirá administrado por las hermanas religiosas de Santa Ana.
18 de Noviembre, festividades de la Patrona Chiquinquireña, la feligresía en pleno rodea su templo, ya con su frontis al estilo Corintio neoclásico por sus arcos de medio punto y cúpulas al estilo florentino, y sus vistosas casa aledañas, gloriosa época llena de esplendor, honestidad y fervor, donde todos se conocían y se hacían favores, también se peleaba con algarabía y desde mismo modo todo pasaba en ambiente provincial.
El Hospitalito u Hospital Chiquinquirá, con su entrada coronada por la torrecilla que lo caracterizaba, recuerdo claramente unas veladas a las que asistí de la mano de mamá y Sara mi hermana, las monjas del Hospital observaban desde esa terraza la actividad de la gente en la plazita.
Foto de comienzos de los años 1950. Observese el decorado del alumbrado
público y la cerca de hierro forjado que rodea la Basílica.
Esta foto alrededor de comienzos de los años 1960, se destaca el fino decorado mural de las torres de la Basílica, murales que la inclemencia del tiempo y falta de mantenimiento hizo desaparecer.
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