sábado, 25 de marzo de 2017

La semilla del Merey.

Llamado en otras tierras Anacardo, Nuez de la India, Castaño de Cajú, Marañón y Merey, en el Zulia le decimos Cajuil, es un árbol cuyo fruto tiene una variada utilidad tanto en la cocina para elaboración de dulces y mermeladas, como en la cosmetología, industria y para elaboración de medicamentos. De un gusto agrio y astringente son pocas las personas que suelen consumirlo como fruto fresco, empleándose sobre todo su semilla de la cual se extrae su nuez que es muy agradable al paladar y de un rico valor nutricional.

De este producto de la naturaleza se aprovecha tanto el fruto que es la semilla en si misma y el subfruto que es la parte pulposa, según dicen los entendidos, de tal manera que la nuez viene a ser un fruto seco, siempre había pensado que el fruto era la parte de su pulpa, pero si observamos en el árbol primero se desarrolla la semilla y luego la parte pulposa.

El Cajuil contiene vitaminas como las B1, B2, B3, B6 y C además de minerales como el potasio, calcio, fósforo, hierro y magnesio es rico en selenio un excelente antioxidante; es aconsejable para asimilar el calcio y contiene ácido oleico y linoleico beneficiosos para bajar los niveles de colesterol regulando sus niveles y estudios médicos han demostrado que elimina células anómalas reduciendo el riesgo de cáncer de colon. Las hojas del árbol de cajuil se utiliza para curar diarreas, infecciones en la garganta, cicatrizar heridas y detener hemorragias; otro dato curioso es que al consumidor cajuil fresco en las mañanas ayuda contra la ameba y el té de sus hojas es utilizado contra las infecciones urinarias.

Estamos por estos meses de marzo a junio en plena cosecha de Cajuil, y en los semáforos de Maracaibo los vendedores lo ofrecen al público desde sus carros, los marchantes en un ir y venir con el Sol a medio cielo y entre un tráfico enloquecido, portando en sus frascos y bolsitas de papel celofán las ricas nueces, mientras las amarillas y rojizas frutas de Cajuil también se exhiben sobre platos de peltre amontonadas en perfecto cono.

En casa había varias matas de Cajuil, mamá guardaba las semillas de los Cajuiles que consumimos aderezados con azúcar, papá los consumía frescos y sin añadir azúcar pues el Cajuil es un eficaz regulador de la glucemia en personas diabéticas, las semillas reservadas mamá reunía una gran cantidad de ellas para asarlas entre las brasas, una vez tostadas las llevaba a la piedra de moler que estaba en el fondo de la casa detrás de a cocina, para abrirlas una por una y extraer las deliciosas nueces, algunas como consecuencia del cocimiento al calor de las brasas se chamuscaron.

Sobre las brasas se cernían las semillas, éstas expelen un líquido aceitoso y muy inflamable por lo que las brasas se encendían en fuego vivo por instantes al disolverse la sustancia entre los ardientes tizones, si te descuidas un chorro de ese aceite bastaba para dejarte tremenda lora de quemadura sobre la mano o en el brazo, por lo cual había que colocarse a distancia del candelero, pero el esfuerzo valía el gustazo del producto resultante.

Todo aquel cuadro de la preparación de las semillas de Cajuil llegó como rayo al mirarlas envasadas en los frasquitos donde lo almacenan para su venta, otras vienen en sus bolsitas alargadas y traslucidas, pero lo que si es innegable es el alto costo de venta al público, claro está tiene algo de trabajo su preparación y artesanalmente ya sabemos la lidia de sacarlas de sus capullos arriñonados.

Debajo del árbol de Mango se disponen las brasas para echar las semillas de Cajuil, a la distancia con un palo de escoba se mezclan entre los tizones encendidos, su jugos chirriantes encienden aún más la candela, una vez dejan de emanar sus estridentes extractos se apartan de la brasa encendida hasta enfriarse para darles con el mazo contra la piedra de moler y así uno por uno con todo el tiempo del tiempo y la paciencia de un buen comensal, al final se degustan el seco y formidable encanto de sus sabores almacenados en sus semillas, milagro de la naturaleza, recóndita esencia y sabroso sabor de sus carapachos.

JLReyesM.    


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