jueves, 28 de diciembre de 2023

Escrito en fin de año.

Y a la vista del acontecer de éstos doce meses, marcados a dos mil veintitrés años del nacimiento de Jesús de Nazaret, nuestro Mesías, unigénito del Padre Creador del Universo, de todo lo visible e invisible, que con Él Espíritu Santo es nuestro Dios por los siglos de los siglos.

Ese es el credo de nuestros ancestros hispanos, y bajo el cual quiero morir bajo la divina protección y amparo de nuestra abogada, Santa María, ahora y en la hora de nuestra muerte, así sea y es.

Una va recontando acontecimientos que reflejan la providencia infinita de Dios, es tan hermoso gozarse en Él, en ese Dios de esplendor donde no tienen cabida las tinieblas del oprobio, quién descubre mediante un profundo discernimiento haya el tesoro más rico y precioso, más sublime y místico, verdad y vida existencial.

Con Dios todo, sin Dios nada, no hay paso del hombre en su sensibilidad preceptora, donde la necesaria presencia de Él Altísimo pueda prescindirse, su ausencia en la intencionalidad de la voluntad, aún con todo el empeño que se le imprima, se cae en un profundo vacío motivacional, que solo puede llevar al fracaso.

Toda acción de nosotros está estampada por la providencia divina, aún las malas obras en el ejercicio del libre albedrío, proveen causalmente funestas consecuencias, no así, quien bien obra, éstas proveen buenos frutos, es el resultado universal de las leyes naturales de causa y efecto, y nadie por malo o bueno escapa a esa realidad de la ciencia divina.

Al paso de todos éstos años, los míos y en éste tiempo llevo sesenta y tres pues según el calendario gregoriano nací en el año mil novecientos sesenta de Nuestro Señor, voy parejo con las décadas de las centurias del siglo XX y XXI, es decir, viví final de siglos y espero llegar un poco más allá de la primera mitad de la mitad del presente siglo, vivir para conocer lo presente, hasta donde el cuerpo aguante y la vejez en su lucidez permita esa chispa encantadora del pensamiento activo y crítico, y no terminar miado y cagado en algún asilo de ancianos, o siendo sacrificado por futuros y posibles programas de Eutanasia.

Éstos sesenta y tres años, que coinciden con éste final del año 2023, me han dado de regalo una experiencia espiritual y vivencial de lujo, si bien he sido afortunado en bienes materiales, donde la mano de la sublime providencia nunca faltó, y doy gracias a Dios, esa misma convicción de fe y esperanza, considero es el tesoro más preciado de mi vida, ya que, habiendo conocido la presencia de Dios en mi vida, esa valor inestimable, me ha dado fuerzas para reinventarme en éste presente de calamidades nacionales, donde la fuerza mayor del impropicio acontecer es una carga pesada de llevar, a menos que, recordemos la pasión de Jesús crucificado.

Si Él, siendo el hijo de Dios, fue torturado y crucificado como Cordero Divino sacrificado por el perdón de nuestros pecados, que otro menos o más tanto podemos hacer nosotros, sino tomar esa cruz en nuestras vidas asumiendo el diario sacrificio de vencer las tentaciones presentes en cada momento como obstáculos de incomodas piedras en nuestro camino, que entorpecen nuestro decoro y libertad personal, intentando sujetarnos a la oscura esclavitud que deprime y arruina, que destruye y conduce a la muerte; porque Dios es un Dios de vivos, no de muertos.    

Es entonces cuando uno renueva fuerzas y saca energías, donde solo la vitalidad espiritual hace renacer una voluntad de sobrevivencia invencible, y esa voluntad es la mejor resistencia con la que podemos enfrentar no solo a la tiránica oprobiosa que aflige a nuestra patria, sino también la avasallante modalidad de un mundo globalizado en sus vicios, lascivia, perversidad, odio, crueldad y maldad.

Jesucristo es luz para las naciones, paz para el mundo y refugio de la humanidad buena, mucha cautela, honestidad, modestia y castidad, es el ejercicio de las virtudes la que hace al hombre libre y esclaviza el abandono de aquellas, quizás la tentación atempera, pero, la templanza forja la voluntad, firmeza humanidad, varones y hembras, solo el temor de Dios es fuente de la verdad, ese es el camino y la vida.

JL Reyes Montiel    




jueves, 21 de diciembre de 2023

Amor Verdadero.

El orgullo de casados es de fantasía, es falso, cuando las personas no se poseen realmente, en el fondo de su ser, es necesario contener los valores sujetos al sentido ético de convivencia y a la verdad única del amor mutuo.

Conozco uniones sentimentales de antología amorosa, casados como Dios manda por la iglesia, con todos los elementos intrínsecos que le confiere una unión sentimental de pareja, auténtica, desde el inicio de su matrimonio sujetos a esa formidable piedra angular del amor verdadero, llevando por años su existencia conyugal con la simplicidad de las flores silvestres del campo y así mueren, ese es el ejemplo a seguir.

Conozco otras personas, arraigadas a un falso orgullo, aquel que les proporciona el estado civil de casada o casado, quizás más en la mujer que el hombre, menos propenso éste a esa especie o necesidad existencial del vínculo eclesiástico y civil del matrimonio; sin embargo, no deja de haber hombres de convicción religiosa, asumiendo el matrimonio como la bendición de Dios de su unión carnal, permitiéndoles llevar una vida sexual sana y no maliciosa a su juicio, yo me adhiero a éste caso.

Retomando el asunto del falso orgullo, el estado de casados, se convierte para otros en una obsesión, una necesidad social más que sentimental, una apariencia de espejo de cristal, en uno u otro caso antes comentado, incluso para el religioso cuyo fanatismo niega el amor de pareja fuera del matrimonio; recuerdo el caso de aquella mujer que se casó, teniendo un hijo en brazos, a la cual tiene todo el derecho del mundo, que el esposo no sea el padre del muchacho no le resta menos le niega darle un padrastro al hijo, el asunto es porque lo hizo deliberadamente, si en su disimulo fue para darle un apellido de casada a ella y al muchacho.

Admiro si y de verdad, aquella otra mujer que con decoro personal presentó su muchacho y le adjudicó dignamente sus apellidos de soltera, esa mujer merece mi respeto y consideración.

Esos valores se conocen en el trato, en el modo de ver la vida las personas y en su manera de exteriorizar sus sentimientos, como anteponen el falso orgullo o mejor dicho “arrogancia” de casarse para llenar una página de etiqueta social, como aquellas parejas casadas con pompa y ceremonia, inauguran el evento de su celebración con valses y coros, y terminan las bodas con vallenatos y reguetón, para después con los primeros desencantos amorosos y desencuentros de maneras de ver la vida de pareja, resuelven separarse y divorciarse civilmente.

Hoy día tanto se ha degrado el tema del sexo y las “diversas” uniones de parejas, que hablar de vida matrimonial de casados, es asunto de vigente actualidad, sobre todo porque, en ejercicio de la vanidad y del falso orgullo, parejas de “diversa” actitud sexual, asumen la necesidad de casarse por la iglesia e incluso formalizar legalmente su estado civil de casados, llegándose a legalizar en ciertos países.

Se hable del “Orgullo Gay” yo diría “Arrogancia Gay” cuando salen por las calles y avenidas disfrazados de lo que no son real y biológicamente, mostrándose o exhibiéndose públicamente, deja de ser un acto que de alguna manera justifique sus tendencias sexuales, a un acto de vana morbosidad y obscena ridiculez.

Conozco personas de “diversidad sexual” con una vida de gentil dama o caballero, formal y profesional, con desempeño de su privacidad sexual, y a todas luces evidencian sus debilidades humanas, pero, sin alterar la razón de ser de la naturaleza biológica y genética humanas, sin pretensiones de promover en la juventud menos en los niños, las confusiones propias que generan en los adolescentes aquella “diversidad sexual” no generada de modo personal sino inducida y ese es el problema.

Con tanto embrollo existencial actual, sexo y depravada fornicación, su pretensión de vincularse en matrimonio degradó el tema del matrimonio, pues se perdió totalmente el fin primordial de la unión carnal de un hombre y una mujer, complementación natural para preservar la especie humana, porque de esas uniones venimos todos, casados o no, el fin último de una pareja se complementa con la descendencia y el amor verdadero, la voluntad de unión en el tiempo la hace duradera, y eso “depende” de las circunstancias “verdaderas” de “comprensión” y “asimilación mutua” de la pareja, esa “concordada y armoniosa” voluntad de permanecer juntos prevalece por encima de toda unión carnal, entre un hombre y su mujer, como corona que enaltece a una pareja de enamorados en el tiempo y en el espacio, esa es la mejor bendición del amor, del hogar y de una familia.

Abogado JL Reyes Montiel.      








viernes, 15 de diciembre de 2023

Dios no juega a los Dados.

En diciembre de 1926, Albert Einstein escribió: “La teoría produce un buen caso, pero no nos acerca al secreto del Viejo. Estoy del todo convencido que Él no juega a los dados”.

Einstein respondía, de éste modo a una carta del físico alemán Max Born, se refería al Viejo por Dios, y concluías afirmando que Dios no juega a los dados, es decir, que para Dios en su creación del universo nada quedaba al azar, a la suerte, las leyes de la naturaleza no podían tener una aleatoriedad intrínseca, contradiciendo en mi opinión toda aquella teoría evolucionista de Charles Darwin.

Max Born le respondió, que quién era él para decir a qué juega Dios, pero, aquella frase de los dados, refleja el hecho de que la falta de determinación de la física cuántica era algo que disgustaba a Einstein.

Max Born

La afirmación: “Dios no juega a los dados” fue el razonamiento de Einstein al mundo probabilístico, surgido de la investigación atómica, por cuanto desde el siglo XVII, con el advenimiento de la “Razón” que condujo a la “Ilustración” y hasta bien entrado el siglo XX, el universo se había vuelto cada vez más predecible.

Entonces, Max Born le responde: “Creer en Dios también era una superstición… y añade: He oído que se supone que usted es profundamente religioso" y Eisnten contestó: "Sí, puede decirlo así”.

Albert Einstein rechaza la interpretación probabilística de Max Born, concluyendo que las probabilidades cuánticas son de naturaleza epistémica y no ontológica, es decir, basadas en la experiencia y no desde un punto de vista conceptual, por lo tanto, la teoría debe ser incompleta de alguna manera.

En necesario desatacar, respecto de la teoría cuántica o mecánica cuántica, es un área de estudio de la física cuyo objeto son aquellos elementos que se encuentran a nivel microscópico: Átomos, electrones y moléculas, estructuras que habitan el mundo subatómico.

El aporte de Eisnten fundamental, fue su propuesta de la relatividad del espacio-tiempo, siendo la cosmología, una de las aplicaciones más importantes de la relatividad general; Einstein sugirió que el Universo era una superficie esférica tridimensional y, por tanto, con curvatura constante.


La curvatura del espacio-tiempo, es una de las principales consecuencias de la teoría de la relatividad general, la cual afirma que la gravedad es efecto o consecuencia de la geometría curva del espacio-tiempo; los cuerpos (masas) dentro de un campo gravitatorio siguen una trayectoria espacial curva, aun cuando en realidad pueden estar moviéndose según líneas en el universo lo más "rectas" posible a través de un espacio-tiempo curvado, éstas líneas más "rectas" o que unen dos puntos con la longitud más corta posible en determinado espacio-tiempo se llaman líneas geodésicas y son líneas de curvatura mínima, sustentado la materia en el espacio.

Einstein, parte del hecho que la gravedad, estando por todos los lados y en todo momento sustentando el universo, está básicamente ligada al espacio y al tiempo, lo cual, el espacio-tiempo también se encuentran por todos lados del universo y en todo instante.

Para Einstein, el Universo es armonía y orden, un espacio donde todo está relacionado y tiene un propósito, gozaba en la belleza de las matemáticas y en las leyes del Universo, seguidor de la visión tradicional de los antiguos matemáticos y filósofos griegos; por eso nunca aceptó el caos de la cuántica, recién propuesta en su momento histórico, recordemos nuevamente que, para Einstein "Dios no juega a los dados" quedándose solo, en su búsqueda de la integración del Universo en su propósito existencial, y tratando de elaborar finalmente una teoría del todo, en la cual invierto los últimos años de su vida, alejándose de sus colegas, que le ridiculizaban y le tomaban por loco; entre las frases de Albert Einstein (Premio Nobel de Física en 1921) hay una bien conocida: “Solo hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y no estoy muy seguro de la primera”.

Einstein, con 75 años, expresa en carta a Eric Gutkind, se declara un "no creyente profundamente religioso"… "La palabra Dios es para mí nada más que la expresión y el producto de las debilidades humanas y la Biblia es una colección de leyendas venerables, pero más bien primitivas" sin embargo, para Einstein "la ciencia sin religión está coja, y la religión sin ciencia, ciega" en su concepto la ciencia y la religión no son polos opuestos, como muchas religiones enseñan, sino que son complementarios, la ciencia nos explica cómo funciona el mundo y la religión nos dice hacia dónde debemos dirigirlo.

La llamada por la prensa "Carta de Dios" en ella Eisntein,
expresa sus ideas sobre la religión, su identidad judia
y su visión del sentido de la vida, escrita en 1954.

Finalmente, Albert Einstein buscó la unificación de las leyes físicas, dedicándole los últimos 30 años de su vida, plenamente convencido que en la naturaleza predomina la belleza de lo simple y universal, fue el sueño que Einstein nunca pudo cumplir, formalizar la “Teoría del Todo” también conocida como “Teoría Unificada” tratándose de una teoría definitiva, buscando una ecuación única, para dar una explicación científicamente matemática de todos los fenómenos físicos conocidos y dando una respuesta a las preguntas fundamentales del Universo; éste fue el sueño incumplido de Einstein. No lo logró, y hasta hoy continúa sin descubrirse.

El contenido de la teoría del todo, debe explicar todas las fuerzas de la Naturaleza, y todas las características de la energía y la materia, debiendo resolver la cuestión cosmológica, dando una explicación convincente acerca del origen del Universo, unificando la relatividad y la cuántica; y, además, debe integrar otros universos en caso de que los haya.

Hasta ahora, no ha sido una tarea viable, pues ni siquiera podemos afirmar científicamente una teoría del todo en la Naturaleza, y, en caso de que exista, si la misma es comprensible a nuestro entendimiento y a nuestras limitaciones tecnológicas para expresarlas.

La ciencia, ya unificó otras leyes de la Naturaleza, en el siglo XIX, Maxwell unificó las fuerzas eléctrica y magnética en el electromagnetismo; a comienzos del siglo XX, la relatividad de Einstein unificó espacio y tiempo, y posteriormente el espacio-tiempo con la gravedad.

Lo que nadie ha podido unificar aún es la relatividad con la cuántica, la relatividad sustentando la moderna teoría de la gravedad, escrita en un lenguaje puramente geométrico, respecto de la mecánica cuántica, que revela el mundo microscópico, utilizando los métodos de la teoría de probabilidades; la relatividad es la ley de lo muy grande, de los astros y las galaxias, la cuántica rige en lo más pequeño, en las partículas subatómicas; ambas la relatividad y la cuántica a veces aparecen juntas, como en los agujeros negros o en el Big Bang, y la física aún no ha podido conciliarlas.

Albert Einstein estableció una relación de causalidad en la existencia del Universo y la vida sobre la tierra, pensaba: “Todo está determinado, el inicio tanto el final, por fuerzas sobre las que no tenemos ningún control... Todos bailamos una tonada misteriosa, entonada a la distancia por un músico invisible” ¿Lo qué poéticamente, Einstein nos habla es de Dios, por casualidad? Pocos meses antes de morir, escribía en una carta: “Si Dios creó el mundo, su preocupación principal no fue, ciertamente, hacer su entendimiento sencillo para nosotros”.

Gerardo L. Martín González, en su artículo “Casualidad y causalidad” publicado en el Diario de Ávila (28-06-2022) así nos orienta, cito: “Una duda donde la ciencia no llegaba. No se puede demostrar la existencia de Dios científicamente, pues entonces no haría falta la fe, y racionalmente se habrían acabado las dudas. Pero tampoco se puede demostrar que Dios no exista, la ciencia no puede con el misterio; solamente queda el elástico tal vez algún día, acaso, quizá, cada vez Dios es más pequeño. Y mientras tanto, elucubraciones a millares, que no pueden con la fe del creyente en Dios.

¿Por qué la Tierra, de todo el universo conocido, próximo y lejano, es el único sitio donde hay vida inteligente? ¿por casualidad o por causalidad? ¿Por qué siendo tan insignificante en ese universo, esa imagen de la mota de polvo en la inmensidad, en este planeta, y solamente en este, hay vida e inteligencia? ¿es casualidad o hay alguna causa que desconocemos? ¿Por qué, sobre todo para un creyente religioso y cristiano, Dios se manifestó aquí, ¿para decir que Dios existe? ¿Por qué eligió este planeta, en un momento determinado, dentro de un pueblo determinado, en unas circunstancias determinadas, y no de otra manera? ¿por casualidad?”.

JL Reyes Montiel.

 

Fuentes online consultadas:

https://www.astromia.com

https://www.abc.es/ciencia/20130211/abc

https://www.comprendamos.org

https://es.wikipedia.org

https://www.muyinteresante.es

https://www.infobae.com/america/ciencia-america

lunes, 11 de diciembre de 2023

Fantasmas.

 
Todas las turbaciones, desasociegos, sospechas, dudas, celos, temores; tienen su origen en el miedo, tenemos un miedo innato a perder aquello que nos resulta incierto o desconocido, lo que no vemos y está fuera de nuestro control, en algún momento hemos tenido miedo, al engaño, la traición, la mentira, y es una actitud mental natural y defensiva, nacemos rodeados de todos esos amargos conceptos que vamos descubriendo en el camino de nuestra existencia, y la experiencia acumula en lo más profundo de nuestra conciencia, reviviendo hechos; así como aquellas conjeturas mentales, producto de nuestro conocimiento adquirido, o basado en las experiencias de terceras personas, las cuales asumimos como casos que nos sirven de guía en nuestro propio repertorio de miedos. 

Pero, ese miedo es canalizable, siempre y cuando no nos impida avanzar, para tomar decisiones que nos permitan desarrollar y superar a estamentos superiores nuestra existencia, en todos los aspectos sea sentimental (relaciones de amor de pareja y familiares) o superación profesional y económica, igualmente reflejadas en nuestras relaciones sociales y demás circunstancias del hecho intersubjetivo humano. 

El miedo es prudencia, cuando apercibidos de una situación, avanzamos con cautela visualizando posibles entuertos, que puedan hacernos caer en circunstancias desfavorables, y en ejercicio de esa prudencia, logramos superar esa situación con el éxito esperado; en este caso, el miedo es positivo, el negativo es el miedo que nos paraliza, aquel donde no hacemos nada para evitar desavenencias, problemas o circunstancias adversas. 

Saber identificar a la vista, lo que pueda perjudicarnos es de sabios, por eso acudimos con frecuencia a nuestras creencias de fe, yo en lo personal acudo a las Sagradas Escrituras Bíblicas, y nunca me ha fallado, me ha resultado una experiencia mística profundamente maravillosa e indescriptible, sus preceptos son un caudal de vida, de experiencias humanas, descifrando el misterio de la vida y sus complicaciones existenciales. 

En una ocasión de incertidumbre en mi inseguridad adolescente, acudí a una vieja Biblia familiar, llorando por el grave conflicto existencial de ese instante, un halo del Espíritu Santo me llevó a tomar aquel libro, donde una cruz dorada sobre un fondo rojo de su cubierta, me inspiró como último recurso a mi angustia, milagro, al abrirla mi mirada se posó sobre un versículo que decía: “Compórtate varonilmente y no te acobardes”. 

La vida es una suma de vivencias, buenas pero también malas, el resultado de nuestro éxito en ésta vida, deviene de superar el mal, el mal que anda al asecho en cada esquina del camino para perturbar nuestra existencia, con todas sus complicaciones y circunstancias adversas; y todas esas fatalidades, reveses, infortunios y desdichas, se nos presentan sencillamente porque no supimos valorar prudentemente, enfrentar al mal de manera oportuna, sabiendo identificar con sabiduría el mal en sí mismo, y enfrenarlo valientemente sin acobardarnos, superando nuestros miedos y complejos, miedo a perder, a quedarnos solos, a que después a lo mejor no tendré una segunda oportunidad, todo eso es mentira, falacia del mal para sorprendernos y embaucarnos en su laberinto y perdernos. 

Cuantas desavenencias y contrariedades, con toda su carga de amargura existencial, nos hubiésemos ahorrado en nuestra vida, de haber asumido oportunamente los correctivos necesarios para superarnos, cópiense esta palabra “templanza” y guárdenla en su conciencia más remota, como enseñanza para enfrentar al mal que asecha como ladrón en la noche, y convirtamos esos ladrones de la noche en fantasmas, que a la luz del día se desvanecen liberando nuestros miedos, seamos valientes para valer más, y nos cobardes perdedores. 

Hay un misterio grato, un temor que libera, y parece un absurdo ¿Cómo el “temor” puede liberarnos? Solo hay un solo “temor” que de ningún modo es “miedo”, es el temor a Dios y sus sacrosantos preceptos de vida, su Unigénito Jesucristo nos dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida” y “la verdad os hará libres” Esa es nuestra esperanza, la convicción de lo que esperamos por fe. 

El hombre que observa sus preceptos, vive en abundancia, por temor a caer en el mal, tememos infringir los preceptos del Padre Creador del Universo, porque a diferencia del mal, éstas son normas de vida, leyes de la naturaleza, liberadoras creadas conforme a lo pureza del ser, su moral y ética existencial; infringir la naturaleza liberadora de las leyes de Dios, nos conduce a la esclavitud y condenación; el miedo es debilidad del carácter y presencia del mal, enfrentar nuestros miedos es vital, miedos que no son más que fantasmas que se desvanecen al salir el Sol. 

 JL Reyes Montiel.







domingo, 19 de noviembre de 2023

Arepas al Orégano.

Mis Arepas al Orégano,
cocina creativa de antojos.

En la vía que va a las playas del Municipio Mara, un poco después del peaje pasando Cabeza de Toro y sus restaurantes de Pescado Frito, solía con mi camioneta cruzar a mi derecha en un acceso de carretera, donde en aquellos días, no sé ahora, había un ventorrillo de Empanadas, Mandocas y Arepas, de sabor y crujencia únicas, fritas en Manteca de Cerdo, pero, en especial las Arepas eran de mi predilección.

Era aquel modesto establecimiento compuesto de mesón y banquetas, debajo de una Enramada de Palmas sostenida por horcones y varas de Mangle, donde una simpática señora habitante del lugar, ofrecía al transeúnte su tradicional gastronomía vernácula, elaborada en Paila de Hierro Colado sostenida sobre una Pipa a modo de Fogón, a la cual se le introducía Leña por una apertura sobre su costado, haciendo chirrear la Manteca caliente al sonido de las delicias de Maíz, amasadas, rellenas y contorneadas por la señora, rodeada de sus muchachos unos sonrientes catiritos tostados por el inclemente Sol marense, quienes la ayudaban en la venta de sus productos.

Miralas bonitas, algo si como de molde, pero bueno
hay que estar en la onda nueva, vos sabéis. 

El porque me gustaba tomar ese atajo de carretera, que resultaba ser un poco más largo el camino a las playas de Caimare Chico, lugar de mi destino dominguero de visita familiar playera, era por las excepcionales vistas al estuario lacustre, desde las alturas de los cerros que bordean la costa de aquel paradisiaco territorio, cuyos promontorios compuestos de cascajos sedimentarios de arcilla, barro, arena y piedras de ojos, cubiertos de xerofítica vegetación, me hacían recordar los cerros de nuestra avenida El Milagro en Maracaibo, por lo que presumía una conexión costera de aluviones sedimentarios, provenientes desde las alturas de la serranía de Perijá, cayendo por antediluvianos aguaceros de oeste a este, sobre la gran planicie al norte de nuestra región zuliana.

Muy temprano en las mañanas del domingo, desayuné con mi esposa Mercedes y los muchachos chiquitos en ese humilde entorno, pero lleno de vernáculo colorido, acentuado por el muy particular cantaito al sonoro hablar de la señora, mientras freía sus exquisitas menudencias de Maíz; cuando le pregunté como preparaba sus Arepas de Coco, con su amplia sonrisa me respondió: -Primero que todo, rayo los Cocos en su propia leche, para echárselos a la Harina de Maíz antes de amasarla, junto con la Panela disuelta en agua y un punto de Sal, amaso y junto bien con el Maíz hasta que la masa quedé parejita, hago las bolas de masa de Maíz y te hago las Arepas de Coco, para asarlas en el fogón…

Resultado, unas Arepas de Cocos que no existen en otro lugar del mundo, a mi parecer, ni en Maracaibo, el Zulia y ni en toda Venezuela, que las hagan del modo como aquella buena señora de ojos claros Marense las hacía, con una concha de arepas crocante y el multisápido relleno de Maíz endulzado al papelón y al Coco, dándole un sabor para los dioses el pan.

Para el relleno de mis Arepas de Orégano,
salpimentadas unas Longanizas Cebolladas al Tinto
(Chorizo chileno estilo español).

De rellenos para la Arepas de Coco, la señora ofrecía, queso blanco semiduro y guisados de Iguana, Conejo y Chivo, yo las pedía rellenas con queso y una que otra para mi consumo personal de Conejo y Chivo, una vez por curiosidad pedí de Iguana y fíjate que eran más sabrosas las de Iguana, para que sepáis.

Todo esto lo recordé el día de ayer, al ocurrírseme cocinar una Arepas Dulzonas al Orégano, para lo cual cerní en un recipiente para amasar, medio kilo de harina de Maíz, una cucharadita de Sal, dos de Azúcar, mezclé bien parejo a la mano y proceder con agua al amasado para homogenizar la mezcla, hasta lograr la consistencia apropiada de la masa de Maíz para hacer las Arepas.

Como tengo uno de esos artilugios electrodomésticos, me ahorro el procedimiento de redondear las Arepas a mano, para lo cual mi madre muy bien me enseñó, pero, bástese hacer unas bolas de masa y colocarlas sobre el conocido instrumento de cocina y te quedan perfectas y a su tiempo, permitiéndote además un dorado especial con los ingredientes antes dichos y del aroma, ni hablar, de pan para dioses, las consabidas Arepas al Orégano.

JLReyesMontiel                       



sábado, 14 de octubre de 2023

Esplendor alucinante.

De aquel sacrosanto espacio urbano, estaban tres antiguos Hatos,
el adquirido por mi padre Pascual Reyes Albornoz, bajando 
la avenida 13 el Hatico del señor Antonito y el de la otra esquina
pasando la cuadra desde mi casa, la casa del viejo Hato donde por los años
1990 y 2000, degustamos las ricas empanadas y pastelitos, no se si aún exista.

Una foto compartida por el señor Nerio León en su portal de Facebook, me traslado al año 1966, cuando mi padre Pascual Reyes Albornoz, nos trasladó desde nuestra casa de “El Saladillo” en la calle Venezuela, hasta otra de sus propiedades ubicada en la intersección de la Calle 69A con avenida 13 del conocido sector maracaibero llamado “Tierra Negra”.

Esa casa de la esquina, mucho me hace recordar nuestra añeja vivienda familiar de Tierra Negra, no exactamente la de ésta magnífica fotografía, pues sin duda refleja un viejo Hato de los primeros años del siglo XX con su tradicional estilo arquitectónico zuliano, sin embargo, el poste y su lámpara del alumbrado público por su ubicación respecto de la casa, como también el árbol frondoso situado al frente y del lado izquierdo de la casa, emotivamente me sugiere que se trata de esa propiedad de mi difunto padre Pascual Reyes Albornoz.

Por cierto, el señor Manuel Simón Gutiérrez Pirela, comentó sobre ésta foto: “Yo la tengo reseñada como Delicias” es decir, ubicado por el sector Las Delicias, que, en ese entonces, eran suburbios de la ciudad de Maracaibo, según la tradición oral, comenzaba donde estaba situada una estación de suministro de gasolina, conocida como "El Control" pues desde ese lugar partian unidades de transporte de personas y cargas de mercadería hacia el otrora Distrito Mara, Santa Cruz, El Moján, Sinamaica, Paraguaipoa y demás poblaciones hasta la Guajira Venezolana.

Al leer ésta referencia del señor Gutiérrez Pirela, no me quedó duda se trataba del sector Tierra Negra, por lo pedregoso del terreno como podemos observar en un primer plano y adyacencias de la excelente fotografía, por abundar “Piedras de Ojo” en las arenas del patio de mi casa, con las cuales hacía con barro puentes, muros y pequeñas carreteras jugando con mis carritos de plomo.

Otro aspecto de la foto a resaltar, es la derechura de la intersección vial, la ubicación tan perfecta de la casa en la esquina, la avenida por donde viene bajando, a mi juicio, de sur a norte, el camioncito, que a mi parecer es una “Chirrincherra” Wayuu, tratábase de camiones a los cuales se les colocaba en su chasis una armazón de madera, con asientos y soporte de brazos a los lados a modo de los Escaños de iglesia, donde los Wayuu viajaban de Maracaibo a la Guajira y viceversa, colocando sus capoteras de viaje y mercancías sobre el techo de la Chirrincherra. 

Es como si la Chirrincherra viniese bajando de 5 de Julio a Cecilio Acosta, por la avenida 13 de Tierra Negra, figurándomelo actualmente, tiene hasta la pendiente, ve que cresta, que te lo digo yo, que tanto anduve en bicicleta por esas calles.

Otro detalle es la señora Wayuu, paradita al margen de la carretera de arena, resulta que, en la esquina diagonal a mi casa, existía aún y a pesar de las nuevas quintas y edificios, entre las avenidas y calles del sector Tierra Negra, una ranchería Wayuu, les estoy hablando de los años 1966-1968, en esa ranchería era muy popular y de todo el sector la china Natalia, matrona de los guajiros de aquella ranchería, recuerdo que estaban sus casitas construidas con tablas de madera y techos de paja, supongo eran eneas.

La señora Natalia, le vendía a mi padre carne de ovejo y chivo, que llamaban “Cecinas” traídos desde la Guajira en grandes Taparas de madera, que papá después aseaba y cortaba aquellas carnes de pellejos y grasa, para almacenar en la nevera y en su momento, mi madre preparaba en ricos guisos y revueltos.

Era común mirar el ir y venir de los Wayuu, cuando carajito le tenía miedo a las señoras vestidas con sus típicas Mantas, porque cuando me comportaba mal y no quería obedecerle, mamá me amenazaba con regalarme a las Wayuu, una vez iban pasando unas Wayuu de luto con sus Mantas negras, se veían tan lúgubres y tristes, que partí en carrera al fondo del solar del patio, huyendo de la posible sentencia de mi madre, que en paz descanse en la gloria de Dios.         

Un detalle, si fuese posible identificar el frondoso árbol como un “Almendrón” si es verdad ni cabría la menor duda que se trata de mi casa de infancia, por supuesto, no en ese original estado de antaño, ya que mi padre ejecutó en esa propiedad muchas mejoras y bienhechurías, que modificaron el perfil original del inmueble, también el terreno y la casa estuvo arrendado por años, para depósito y oficinas del desaparecido Ministerio de Obras Pública (MOP), órgano gubernamental encargado de la construcción de calles y avenidas, brocales y aceras, agua potable y servidas del otrora INOS en toda esa zona de Tierra Negra, cuando nos mudamos a esa casa, estaba todo muy cambiado, cercada con Ciclón sostenido por tuberías y portón del garaje, además las calles y avenidas de Tierra Negra estaban urbanizadas con casas y quintas, excelente asfaltado y cómodas aceras con altos brocales, que prometían un desarrollo urbano bien programado para nuestra ciudad, partiendo de esas áreas urbanas de Tierra Negra, Delicias y El Paraíso, hacia el resto del norte marabino.     

Mi padre, poco después mando a cortar el viejo Almendrón, el Comején peligrosamente dañó su tronco y ramas; tuve la suerte de comer de sus frutos, como el Mamón, el Almendrón es de muy poca pulpa, con un sabor algo ácido pero muy dulce, de forma de Nuez su fruto, tenía una semilla interior, muy gustosa como Alpiste, al comer su escasa pulpa, mi hermana Sara y yo, rompíamos el cascarroso envoltorio hasta llegar a la pequeña nuez en el centro del fruto.  

Para el año 1969, se fueron los Wayyu del terreno diagonal a mi casa, desapareciendo la ranchería Wayuu sustituida por modernas quintas, la de toda la esquina propiedad del señor Mirmero Valbuena, por su nombre nunca lo olvidé, del otro lado pasando la avenida 13 está la casa donde funcionó “Angus” el restaurante, hasta donde supe, esa casa tuvo varios propietarios, los Finol de Machiques, después la familia Andrade Viso, finalmente la adquirió el propietario de Angus.

Para 1976, mi madre vendió la casa y su amplio terreno al abogado Valerio Rincón Fuenmayor, su primo, después funcionó por años un taller mecánico, por los finales de los años 1990 lo adquirió la viuda del maestro Rhan, esa familia demolió la casa y levantaron sobre el extenso terreno un lujoso local de auto lavado, cauchera y taller, llegué a hacerle la gamuza y servicio a mi Fiat en dicho local, mientras esperaba conversé en varias ocasiones con la muy culta señora, me contaba anécdotas de su difundo esposo y sus giras internacionales como director de la Orquesta Sinfónica de Maracaibo.

Una foto evoca tantos sentimientos, archivo virtual de vivencias, escenas del pensamiento a la memoria, añorados lugares e instantes de mi infancia, querencias bonitas, otras tristes como la muerte de mi padre, su ausencia y la falta que nos hizo, aún niños mi hermana Sara y yo, solitos con mamá, tres habitantes de aquella casa y su terreno, el solar al fondo, mi sitio predilecto del día para mis juegos de infancia, mi imaginario nocturno, mirando acostado sobre el pavimento las estrellas entretejidas con las nubes en su paso de norte a sur, iluminadas como faroles por el obscurecido cielo flanqueado por la luz de la Luna llena, gozándome el sutil conjuro de la brisa en un arrebato esplendoroso y alucinante.

JLReyesMontiel.









viernes, 8 de septiembre de 2023

Entre Bledos y Verdolagas.

En mis últimos días en Maracaibo, caminando para entrenarme fisicamente, ante el futuro viaje que me tocaba para salir de mi ciudad natal, observé un vecino profesor de educación media quien muy diligente recolectaba unas "Verdolagas" que silvestres crecian en las áreas verdes de las residencias donde ambos viviamos, al saludarlo con mis buenos días respectivos, le pregunté hermano para que arrancas esas hierbas, haciéndole el trabajo al conserje que se la pasa panza arriba en la conserjería, a lo cual, muy sonreido me contesto: -No chico! éstas son para hacer sopas y jugos de "Verdolaga" alta en proteinas, minerales y vitaminas, mejor que la Espinaca, según resultan sabrosas, crujientes y alguito ácidas; además posee efectos medicinales, para pulmones, riñones e higado, baja la azucar en sangre, es antioxidante, deurético, antiparasitario, y contiene ácidos grasos Omega 3 vé que cresta. 

Me supo explicar el vecino profesor, que ha diferencia la Verdolaga tóxica tiene las hojas chiquitas, es rastrera y aterciopelada en sus flores, como pelitos, la comestible es de hojas más grandes, se levanta algo del suelo y sus flores carecen de pelitos aterciopelados como señal de su toxicidad.

Verdolaga
 
Recordé un viejo dicho de mis tíos viejos de antes, cuando refiriéndose a cosas que se desarrolaban rápido decían: "Como la Verdolaga" sorpresa la de esa mañana, enterarme de algo tan singularmente popular y accesible para todos, según tan rico y nutritivo, que busqué en páginas web para asegurarme de la referencia del connotado vecino, resulta que, según las páginas web, en México se cultivan para su consumo, son conocidas como "suculentas comestibles" produciéndose alrededor más de 5.000 toneladas al año del sustancioso vegetal, el cual se prepara aderezada en guisos de tomate verde, chile y carne, ensaladas, tortillas y revueltos, aprovechándose en su totalidad tallos, hojas, semillas y flores, y como en el Zulia y Venezuela, la Verdolaga se extiende por todo el territorio mexicano.

Tambien por redes sociales, por una jovén comunicadora social, Carol Álvarez, en su portal "Historias Chicas" me enteré del valor nutricional de otra hierba silvestre, muy común en los terrenos y campos  maracaiberos, recuerdo como abundaba en el patio trasero de mi casa de infancia, considerándola mis padres como monte, pues crecía entre los Abrojos y los Cadillos en el fondo del solar de la casa, se trata de la "Caraca" que según Carol, dió el nombre a la ciudad de Caracas, pues sus nativos pobladores con la llegada de los españoles, se las ofrecian como alimento de sustento y alto valor nutricional, siendo las "Caracas" muy abundantes en esos tiempos de la conquista.

Caraca, Bledo o Amaranto

Actualmente, se le conoce como "Bledos" o "Amarantos" según es fuente de vitaminas A, B1, B2, C y ácido fólico, calcio, hierro y fósforo, con alto de Omega &, 3 y 9; tanto sus semillas, como sus hojas y tallo son comestibles, como los cereales, contiene sus propiedades y composición química, nutricionalmente apropiada para sustitución de los cereales; además de sus usos medicinales, cicatrizantes, antiparasitarias y antioxidantes.

Dibujo a mano alzada de la casa de mi infancia
tal cual la recuerdo.

Aquellos "Bledos" del solar de mi casa de infancia, cuando echaban sus flores boronozas, las estrujaba sacándolas de abajo hacia arriba entre mis dedos, lanzándolas por el aire, esparciendo sus semillas por doquier, sin saber que las estaba cultivando, por eso desmesuradamente abundaban superando incluso a los Abrojos y Cadillos, sirviendo de alimento a las Iguanas, que descendian del árbol de Ratón y en gran número caminaban en el patio, sirviéndome todo ese habitat de predilecto ambiente en mis correrias de carajito.

Hay un rumor de vegetales presencias en el patio de la añorada estancia, un rumor de aromas, que emana por la brisa del norte, entre las hojas de los árboles y las silvestres plantas del solar, aquellas que alrededor de la casa por sus frutas e imponente altives, amenguan la ya disimulada existencia de otras tan ricas y maravillosas como aquellas, pero, ignoradas en su singular e importante valor existencial, que Dios en su infinita y providente creación nos regaló.

En las tardes y al ocaso crepuscular, los bledos y las verdolagas see quedan dormidas entre el folaje del monte, reposan soñando su vegetalidad milagrosa, despertando enérgicas al alba de cada día en su necesaria fotosíntisis, para madurar en sustancias de sanación y sustento, cual alfareras del Sol toda su luz, en la vibrante humildad de sus tallos, hojas y flores.   

JLReyesMontiel.      





martes, 25 de julio de 2023

La Raza Española.

El título que esta interesante crónica ostenta, es el mismo de su original, siendo ésta una transcripción del diario madrileño "El Gráfico" en su edición No. 100, de fecha 21 de septiembre de 1904.


Un general japonés venezolano — Revoltoso siempre — Mambís á ratos — Titiritero en los Estados Unidos — Coronel y yerno de Yamagata — Frente á Puerto Arturo.

A
ún quedan por el mundo restos de aquellos guerreros de aventura españoles que peleaban en todas partes del mundo para gloria de su Rey y de su raza. Nada menos que mayor general, ó sea brigadier del culto y modernísimo Ejército japonés, ha llegado á ser un venezolano, nieto, como todos ellos, de españoles, y que en estos días forma parte del primer cuerpo de ejército nipón que combate á los rusos en Puerto Arturo. Representante típico de la raza, don Emigdio Martínez, que así se llama esté verdadero héroe, tiene una biografía curiosísima y por todo extremo accidentada.

Mayor General Emigdio Martinez
del Primer Cuerpo del Ejercito
Japones que asedió a Puerto Arturo.
(Imagen impresa de su original)
Nació en la parroquia de Muñoz, distrito de Torres, en el estado de Lara, de la República de Venezuela, según cuenta el Dr. Masearreña en un libro publicado en Caracas hace pocos días, en el que describe la vida del general Martínez con minuciosidad: “Hizo sus estudios primarios bajo la dirección de su tía materna lá Sra. D. a Josefa Martínez, demostrando desde el principio, clara inteligencia y un carácter audaz y travieso. Luego, en la ciudad de Carora, hizo sus estudios mayores con el licenciado Rafael Antonio Álvarez.  A la y edad de quince años, habiendo llegado á Carora el general Buenaventura Fréytes, se incorporó como voluntario á las fuerzas de este jefe, habiendo tomado parte én el sangriento y memorable cómbate del 26 de Abril de 1870”.

De allí pasó á Carache, con los restos del ejército, vencido el 26, comandados por los generales Baptista, Gil, Álvarez y Mendoza; habiendo vuelto á Carora," y siendo ya capitán, se incorporó al general José María Hernández, habiéndose encontrado en la toma de Barquisimeto y en el desastroso combate de Guama, donde es sabido que hizo prodigios de valor. Después de este desastre fué indultado y pasó á Puerto Cabello, donde se embarcó para Cuba, tomando parte en diversos complots revolucionarios en favor de la independencia de la isla y siendo uno de los amigotes y compadres del Chino Tiejo, que le dio el mando de parte de la Caballería Oriental, aquella famosa fuerza que el bravo Sanz Pastor se encargó de espantar por mucho tiempo, y en aquella ocasión el mambís Emigdio Martínez tuvo poca suerte, pues ni siquiera alcanzó el reconocimiento de grados por España, quo era lo que perseguía.

En lugar de eso, como la persecución á los insurrectos cubanos era muy apretada, el bueno de Martínez tuvo un encuentro con el heroico batallón de Valladolid, que lo batió é hizo prisionero, y en juicio sumarísimo fué juzgado y condenado á muerte; pero, debido á un ingenioso ardid, pudo fugarse de la prisión y se embarcó, disfrazado de sacerdote, en un vapor mercante, con rumbo á Nueva York.

De esta ciudad pasó á San Francisco de California, donde hizo una regular fortuna, en compañía de acróbatas japoneses; después se embarcó el año de 1887 con destino á Chefú, donde se asoció con un comerciante japonés. Habiendo quebrado en el negocio con el japonés, se trasladó á Tokio, alistándose en el Ejército del Mikado en la campaña contra China.


Siendo tanto el valor y bizarría de que dio muestras en esta guerra, fué elevado á coronel del Ejército, relacionándose con los altos dignatarios de la política japonesa, siendo uno de ellos el marqués Yamagata, quien lo distinguió con singular cariño. Después de la intervención da las potencias aliadas contra China, donde también se distinguió por su sin igual valentía, regresó al Japón, donde contrajo matrimonio en Tokio con la marquesita Yamagata, que es la hija mayor del insigne diplomático japonés, y con lo que ha llegado á consolidar á los cuarenta y ocho años nombre, fortuna y posición, si es que una bala rusa no da al traste con todo lo que una vida de aventuras le había proporcionado (*). 

(*) Muere en territorio Chino, en la ciudad colonial rusa de Puerto Arturo, en el escenario de la Batalla del Mar Amarillo, guerra rusa-japonesa (1904-1905). 



Transcripción de “El Gráfico” (Madrid), Marqués dé la Ensenada 8, AÑO I, Miércoles 21 Septiembre de 1904 NÚM. lOO - Doce páginas: DIEZ CÉNTIMOS.








El profesor Beltrán.

Son las tres de la tarde, lugar la Universidad del Zulia, en un aula de la facultad de derecho el bullicio de la muchachada se apaga con la llegada del Dr. José Ignacio Beltrán, de porte alto doble, con su amplia frente de entradas en sus cabellos, su mirada perspicaz  y alucinante, caucásico y elegante con su traje formal y su corbata bien dispuesta, siempre iniciaba su clase con una amena conversación introductoria bien de alguna novedad o noticia del momento, algún chiste, cuento o anécdota, despejando la formalidad del ambiente académico y luego ya más en confianza, desarrollaba el contenido programático dispuesto para su cátedra Teoría de la Interpretación Jurídica.

Mis apuntes de clase

Elegida como una de mis materias optativas, me intereso su contenido, se trataba sobre el estudio del proceso hermenéutico (interpretativo) del espíritu, propósito y razón de las leyes, que los abogados, legisladores y jueces remedan en su entorno de la ciencia jurídica a la luz de los teóricos en sus diversas posturas iusfilosóficas, referentes a sus diversos métodos de cómo interpretar el Derecho como ordenamiento jurídico vigente en un espacio y tiempo determinado y como desarrollar el orden normativo más justo y equitativo, desde el punto de vista de la Justicia Social y el Derecho Natural.

Érase el profesor Beltrán un vehemente demócrata, defensor de la institucionalidad, el orden jurídico y el estado de derecho, teniendo como base fundamental y primigenia los preceptos constitucionales, aún conservo el cuaderno de los apuntes de sus interesantes disertaciones y le doy gracias a Dios, por colocarme en el camino del legado de su diáfano y preclaro discurso académico, y sobre todo de su aptitud profesional.

Decía el profesor Beltrán, “El objetivo de un buen interprete de la ley es estudiar el Derecho como un producto cultural de la sociedad a la cual está dirigida a regular, el derecho regula conducta humana intersubjetividad, es decir entre los hombres, el derecho debe estar adecuado a la realidad social y su escala de valores de esa comunidad, como ciencia jurídica debemos entender ¿cómo nace el derecho cómo es puesto el derecho? Debemos ir a la génesis del Derecho, una vez puesta la norma entra el científico del derecho partiendo de la abstracto en el contenido normativo a la realidad y de esta al caso concreto”.

Continua el profesor Beltrán, “La función social del derecho es mantener la paz ciudadana, y es su estrella del norte la justicia, y el equilibrio de la conducta humana su fin primordial”…”El estado y el derecho son instrumentos que el hombre se ha elaborado para mantener la convivencia social persiguiendo la realización de la justicia”

Para concluir a decir del profesor Beltrán, sobre las Bases del Estado Social de Derecho, las cuales están consagradas en el preámbulo constitucional, referidas entonces en la constitución de 1961, sus garantías individuales y colectivas,  enmarcadas en el principio de la legalidad, referida a la estructura de la pirámide del orden jurídico de Hans Kelsen, cuya punta es la constitución nacional y debajo de la cual y de forma subordinada se encuentran sosteniéndola todo el resto de leyes, códigos, decretos, actos administrativos, judiciales y sentencias; puntualiza el profesor Beltrán su concepto de constitución en los siguientes términos: “Es la ley suprema del estado, que fija su estructura y los deberes y derechos de los ciudadanos” e invocaba la doctrina sustentada y fundamentada por el profesor Beltrán en la opinión del jurista Ricardo Combellas en cuanto que “No puede existir el estado de derecho mientras no se cumple la constitución” razón por la cual debe mantenerse su vigencia mediante la actuación en el marco de su legalidad, todas las normas jurídicas encuentran sus principios rectores en la constitución, y si bien contiene la constitución normas programáticas, debe observarse primero su vigencia, tomando en cuenta la suprema finalidad de ella, con un criterio amplio y práctico, interpretándola como un conjunto armónico y tomando en cuenta las necesidades sociales”.

Mucho nos dijo el profesor José Ignacio Beltrán en sus clases, muy sustancialmente éstas líneas escritas remozan parte de su pensamiento y parte de ese tesoro intelectual, reposa en las hojas amarillas de mi viejo cuaderno de Interpretación jurídica, pero el profesor Beltrán también fue un maracaibero jocoso y fueron memorables sus charadas, como aquel día cuando nos enseñaba sobre la ideologización política del pensamiento, comparándolo con un refrán popular: "No ven que… Por donde salta el Chivo salta el Chivito".

Abog. JLReyesMontiel.



sábado, 22 de julio de 2023

Menudéncias con Queso de Año.

Bodegón con Queso de Año
(Montaje gráfico de éste servidor JL)

Residenciado como estoy, peregrino en el exterior de nuestro país, un manjar zuliano que extraño de nuestra culinaria maracaibera, son sus ricos y variados quesos, sobre todo el llamado “Queso de Año” denominación de origen por su proceso de maduración añeja, una vez elaborado partiendo del Cuajo de la leche de vaca.

Entre más tiempo en su proceso de sazón, más sabor y dureza, comentaba mi madre en sus cuentos e historias familiares, de como lo hacían, nunca tuve la dicha de ver aquel artesanal proceso; si recuerdo como guardaba su Queso de Año el señor Gabriel en su tienda “Abastos Quintero” protegiéndolo de las Moscas e insectos, en una despensa de madera ventilada con fina tela metálica, permitiendo de ese modo a los quesos, exhalar sus aromas por todo el local de aquella vieja tienda, situada en la esquina de las avenidas 13A y calle 70 de Tierra Negra en Maracaibo.

El Abasto Quintero, propiedad de una vecina de la misma calle, era algo elevado respecto del terreno, érase entonces un local de dos grandes puertas de madera de doble hoja, había que levantar en ángulo de 90 grados las piernas para acceder mediante unos enlosados de dos peldaños, su frontis elevado correspondía a la arquitectura tradicional marabina de bahareque y tejas, ese local lo atendía su locatario el señor Gabriel, migrante llegado de Italia.

Hoy día se encuentra en ese sitio, un centro comercial levantado no hace mucho sobre el mismo terreno de la cuadra de casas, propiedad de aquella noble familia de la maestra Nelva, quien me enseñó carajito, serían los años 1965-66, las primeras letras del abecedario en su escuelita “Los Angelitos” de dicha calle 70, entre las avenidas 13A y 14 de aquel sector Tierra Negra de nuestra ciudad.

Aquellas imágenes de la tienda del señor Gabriel, permanecen intactas en mi memoria, desde cuando carajito, le hacia los mandados a mi madre para comprar el Queso de Año, para desayunos, cenas y muy especialmente para los Espaguetis del almuerzo.

Recuerdos de mi infancia, cuando pegaba el antojo de alguna clandestina merienda, como a eso de las tres para cuatro de la tarde, en aquellos días de juego, pegando carreras dertrás de una pelota de goma en el patio de mi casa, en la soleada Maracaibo,  mientras mi madre dormía su siesta, aprovechaba para arremeter contra el Queso de Año guardado en la Alacena de la cocina, con un tiron desgarraba un tolete del apetecido queso y se lo sampaba a un Pan Bolillo abierto entre mis dedos, lo rodaba con un vaso de agua y a la lona, delicatesse inigualable hacia del improvidsado bocadillo.    

Hoy día, es difícil conseguir un Queso de Año como los de antes, cuidadosa y artesanalmente elaborados, dándoles el requerido tiempo de añejamiento y con los ingredientes necesarios, como son el Café, la Sal y Pimienta Negra molida para cubrir toda su superficie; mi madre que en paz descanse, una tarde mientras cenamos le pregunté por la concha del queso, ¿Por qué le cubrían con eso? Aclarándome que se trataba de la borra del Café, Sal y Pimienta Negra, cubriéndo el queso para evitar su descomposición por moscas y gusanos, mientras aguardaba su tiempo de añejamiento.

A mi parecer, también le aportan al Queso de Año, ese carácter propio de gusto y sabor entre ahumado y añejo, pero, por razones de economía, algunos productores de quesos, no solo descuidan el tiempo necesario para maduración del queso, sino que también por ahorrarse costos, no lo cubren como antes con borras del café, menos con Sal y Pimienta molida.

En mis buenos tiempos en Maracaibo, iba al Mercado de Santa Rosalía, si bien recuerdo en el Frigorífico de Los Villalobos conseguía un Queso Madurado excelente, éste es un poco más suave al paladar que el Queso de Año, y más blando aún el Queso Palmita, pasando por el esquisito Queso de Mano o Cebú. Tanto el Madurado como el de Año obstentaban su típica cubierta de Café, Sal y Pimienta, pero el Queso Madurado, tambien lo cubrían con Achiote molido y Sal, dándole un color rojizo a su concha. 

Para distinguir un buen Queso de Año, lo primerito es verlo en su corte transversal, debe tener bastantes huequitos o poros, éstos se producen en su proceso de fermentación interior cuando el gas carbónico es sustituido por el suero decantado dentro del queso, redondeando esos típicos agujeritos u ojos, quedando expuestos a la vista al cortar el queso sobre la mesa, el cuchillo queda con suerte impregnado de pura y fina mantequilla, que se puede ver saliendo de los ojos del Queso de Año.

Cuando busco en las tiendas de abarrotes acá en Santiago, para el consumo familiar el denominado por los paisanos “Queso Llanero”  lo toco y observo, que esté bien duro al tacto, además de mostrar rica porosidad o huequitos en su superficie, asegurándome que la dureza no sea resultado de su refrigeración, de ese modo me garantizó sino la misma calidad y sabor de nuestro tradicional Queso de Año, si el consumo de un buen queso para echárselo a los espaguetis, a las macarronadas, mandocas, arepas, al pan y toda cuanta menudencia, uno come acompañada con un buen queso duro blanco, como Plátanos, Guineos y Yuca, entre otros antojos.

JLReyesMontiel

sábado, 8 de julio de 2023

El Delirio de Tío Segundo.

Jorge Segundo Sánchez Ferrer
Tío Segundo
Mi primo Rafael José “Falo” Salas Sánchez, encargó la restauración de una antigua foto de su abuelo Jorge Segundo Sánchez Ferrer, muestra que acompaña el presente relato familiar, acerca de la personalidad de tío Segundo, como mi hermana Sara y yo solíamos pedirle la bendición, linda costumbre que debemos conservar entre nuestra descendencia, como señal de respeto, querencia y subordinación hacia nuestros mayores.

Gracias primo “Falo” por regalarnos éste magnífico recuerdo de tío Segundo, tu abuelo, que motivó las siguientes líneas narrativas de los anécdotas e historias familiares, contadas entre tus animadas tertulias, además de escucharte cantar los boleros del gran Felipe Pirela, en aquellos días de plácidos momentos compartidos en torno a la mesa familiar, entre palos y alegría, como decía el gaitero Parroquiano.

Tío Segundo, esposo de tía María Mercedes Montiel Fuenmayor de Sánchez, hermana de mi madre Carmen Domitila, quién le nombraba como el compadre Segundo Jorge, y así reconocido entre los hermanos Montiel Fuenmayor, mis querendones tíos, que en paz descasen en la gloria de Dios.

De cómo casó tío Segundo con mi tía Mercedes, ese compromiso lo arreglo a decir de “Falo” nuestra abuela Mamá Carmela, con una dote conformada por una posesión de tierras propiedad del abuelo Papá Luis, José Luis Montiel Villalobos, y unas Morocotas de oro, consignadas a tío Segundo.

Pero, tío Segundo, tenía un hábito frenético por el juego, y aquella tarde pensando acrecentar la pequeña fortuna otorgada en dote matrimonial, se las jugó a los dados con unos vivianes de Maracaibo; pues tanto tío Segundo como tía Mercedes, eran vecinos de los hatos ubicados más allá de la antañona ciudad de Maracaibo, cuyos límites apenas llegaban al sector Las Delicias, un poco más allá del Nuevo Cementerio, llamado posteriormente por su forma “El Cuadrado”.

Como era de esperarse, el tío Segundo, perdió la apuesta a los Dados y en consecuencia sus Morocotas de oro, desapareciendo de la escena familiar, por temor a las posibles represalias del abuelo papá Luis, pero, la abuela mamá Carmela, más objetiva y práctica, se trasladó con la joven tía Mercedes y algunos de sus hijos varones, desde el hato familiar “San Luis” al vecino caserío “Santa Rosa de Tierra”, situado unas leguas más retirado, entre las que fueron tierras de los hatos “Canchancha” y “Cabeza de Toro”, para buscar al escondido novio de tía Mercedes, tío Segundo, en su residencia.

Allanado el contumaz bisoño novio, mamá Carmela le increpó: “Jorge Sánchez, tenéis que casate con mi hija Merceditas”… Más luego el asunto pecuniario de las Morocotas, quedó resuelto con el compromiso matrimonial asumido, quedando como dote la extensión de tierra que le otorgaría por escritura pública el abuelo papá Luis a la pertinente pareja, de ese modo tío Segundo, fundó al lado de tía Mercedes, como era la costumbre, un nuevo Hato denominado “Mi Delirio” dedicándose a la producción agrícola y crías de ganado mayor, menor y aves de corral.

Conocí a tío Segundo, un día de fiesta familiar, en el patio de mi casa a la sombra del enorme árbol de “Ratón”, donde unas grandes Iguanas descansaban asoleándose entre sus ramas, tío Segundo entre la muchachada, nos comentaba que las Iguanas se comían y su carne sabía igual que el Pollo, nosotros lo escuchamos con atención, siguiéndole los pasos entre los Abrojos del solar trasero del patio, tío Segundo se quitó una cuerda de fibra de Cocuiza, entorchada alrededor de su cintura, que le servía para asegurarse sus pantalones, procediendo a formar con la cuerda un pequeño lazo, fijándolo al extremo de un palo de Escoba, que yo diligentemente le conseguí, tirando del palo de Escoba, se lo colocó alrededor del cogote a una Iguana y con su hábil destreza la enlazó, llevándola al piso, para demostración y entretenimiento de la animada e infantil concurrencia.

De aquellos años del Hato “Mi Delirio”, me contó mi madre Carmen Montiel Fuenmayor, que tío Segundo vendía su producción de frutas frescas desde su carreta tirada por Jumento, transitando entre las colonias residenciales de los “Musius” ubicadas dentro de la periferia de Maracaibo, para consumo de los empleados extranjeros de las empresas petroleras de entonces.

Mi difunto primo hermano Antonio Briñez Montiel, también me contó, que tío Segundo era un hombre de tez blanca y ojos azules como dos gotas de añil, y esa característica caucásica le favorecía con el trato con los “Musius” con la venta de sus productos agrícolas, comerciando además el tío Segundo, en las colonias extranjeras de empleados petroleros, la leche embotellada por su papá y esposo de mi tía María Trinidad Montiel Fuenmayor de Briñez, don Manuel Briñez Valbuena, en la vaquera de la casa “Las Auras” donde con esmero y dedicado trabajo artesanal, producía con el ordeño vacuno el vital alimento lácteo, para embotellarlo con estrictas medidas de higiene, al igual la venta a los Musius, de la producción de Huevos, en su Gallinero de traspatio, los cuales etiquetaba uno a uno con el sello en tinta de su firma unipersonal “Manuel Briñez” como muestra de pura calidad.

Tiempo después, tío Segundo se dedicó al comercio en su tienda de abarrotes, junto a quien fue su mano derecha, su único hijo varón Geramel Sánchez Montiel, tienda que por años funcionó en un local propiedad de mi difunto padre Pascual Reyes Albornoz, adyacente a la casa donde viví de carajito y como antes narré en este relato familiar, conocí por el año 1965 a mi tío Segundo, inmueble que antes era un viejo Hato, situado en la esquina de la avenida 13 y calle 69A en Tierra Negra, hoy zona residencial de Maracaibo, sector entre las calles 5 de Julio y Cecilio Acosta.

El camino providencial de la vida, Geramel Sánchez Montiel, mi difunto suegro que en paz descanse, pues contraje nupcias con su hija Mercedes Sánchez Ochoa, quien heredó de su abuelo Jorge Segundo Sánchez Ferrer, su blanca piel y sus verdeazulados ojos, Dios me la guarde y bendiga.

JLReyesMontiel.



jueves, 1 de junio de 2023

Notaría III y Empanadas Argentinas.

José Luis Reyes Montiel
Escribiente de Notaría

Por el año 1981, existía en la calle Dr. Portillo un local de cepillados y empanadas argentinas, atendido por un señor el cual, por su aspecto y dialecto era argentino, como su dependiente en el negocio, un caballero más joven, supongo hijo del argentino por su apariencia, si bien recuerdo el local se llamaba Yulimar, un poco después de las esquinas ente las avenidas 11 y 12 de mi otrora ciudad de Maracaibo.

Diagonal a este local de cepillados, refrescos, empanadas y chucherías, se encontraba en el Centro Comercial Buenos Aires, pero hacia su lado de la Dr. Portillo, justo al lado de una famosa mueblería cuyo nombre si bien recuerdo era Hervigon, estaba la novísima para ese entonces, Notaría Pública Tercera de Maracaibo, apenas tres (3) Notarías existían en nuestra ciudad por esos años, la Notaría Segunda en el Centro Comercial VIlla Inés y la Notaría Primera en la avenida San Martín despues de 5 de julio, paralela a BellaVista; en la Notaría Tercera fui empleado como escribiente siendo estudiante de derecho, hacía el primer año de estudios en la Facultad de Derecho de la querida e inolvidable Universidad del Zulia.

Y cómo olvidar aquellos florecidos y bonitos años de mi juventud, una de las épocas más hermosas de mi vida, estudiaba en las mañanas y en las tardes trabajaba como escribiente en la Notaría Tercera, durante el período de clases, en vacaciones y temporadas sin clases, quedaba a tiempo completo, por cierto, eran frecuentes los paros de profesores, empleados y obreros de LUZ, exigiendo mejoras salariales, bajo el fundamento de proteger la autonomía universitaria.

Llama ahora mi atención, cuando en mis tiempos de estudiante, se paraba la universidad por cualquier pretexto, auspiciada con vehemente furia por los mismos Ñángaras que hoy la oprimen y marginan; nunca estuve de acuerdo con los paros, pues los más perjudicados éramos nosotros los estudiantes sin clases, los profesores, empleados y obreros se tomaban sus días de descanso, a la final, continuaban devengando sueldos y salarios y demás beneficios que la universidad les brindaban de su protección social, en ese tiempo era un privilegio ser empelado de LUZ.

Aún con la penumbra de la mañanita, marchaba raudo desde mi casa a la parada del Autobús universitario, en la esquina de Haticos por Arriba y la avenida 103 principal de La Pomona, en el sitio que antes era de una Farmacia, diagonal al Cine Lido, en ese lugar se agrupaba el nutrido grupo de estudiantes del sector, al llegar el autobús era una odisea montarse dentro, muchas fueron las veces que iba de banderita, como decimos en Maracaibo, agarrados de las puertas del Bus, el conductor el señor Machado, muy sensato conducía prudencialmente por las avenidas hasta llegar al núcleo humanístico en su redoma de retorno, entrando por la Avenida Guajira.

Recuerdo mi primer día de clases en la Facultad de Derecho, al llegar a Humanidades de novato sin conocer aquellos hoy añorados espacios, le pregunté al señor Machado ¿Cuál era la Facultad de Derecho? Mirando sobre sus lentes, como quien dice: -Estáis más perdío que el hijo e’Linberth… Frunciendo su ceño me indicó, sin mediar palabras, con su dedo índice el lugar de Derecho.  

Aquella jornada estudiantil fue mi tarea diaria, asistir a clases en las mañanas y en las tardes cumplir mis labores transcribiendo contratos de arrendamientos, ventas y documentos de mandato o poder sobre los Libros de Autenticaciones llevados por la Notaría, siendo su Notario Público la Dra. María Cristina Cruz de Méndez (QEPD) y el Jefe de Servicio el Dr. Javier Aranaga.

Al salir de clases a eso de las 11,30 para las 12 del mediodía, tomaba el carrito de Ziruma o la buseta, lo primero que pasara, y me bajaba en la avenida Delicias, caminando por la Dr. Portillo hasta la refresquería Yulimar, me compraba una Malta y una Empanada Argentina, con eso almorzaba y quedaba bien resuelto, pues las dichas empanadas eran enormes de tamaño, rellenas con Carne Molida aderezada de Orégano, Aceitunas y Pasitas, una verdadera delicia para mi gusto personal; una vez satisfecho, acudía a mi trabajo en la Notaría a la 1 en punto de la tarde.

En aquellos días, cuando apretaba el calor de Maracaibo, me encontraba en la refresquería con las empleadas de la Notaría, degustando los sabrosos cepillados de frutas naturales que en el local se vendían, mareadas con la atención del hijo del señor argentino, un alto y apuesto varón con su pelo largo encrespado, mientras las muchachas comentaban y se reían entre sí de sus picardías, mientras yo consumía mi tremenda Empanada Argentina, preparadas por el señor inquilino del local de la refresquería Yulimar, lo cierto es que, como esas empanadas de sabrosas no las he vuelto a probar.

JLReyesMontiel.

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