domingo, 1 de diciembre de 2024

Mito y clasismo en la sociedad chilena.

Andrés de Jesús María
y José Bello López.
Natalicio: Caracas, 29/11/1781
En Abril pasado cumplí cinco años de residencia en éste lindo país, escogí Chile por su cultura hispana y grado de desarrollo económico, idioma español,  tradiciones y costumbres si bien con sus matices propios similares al resto de “Nuestra América” como la llamó Martí.

Vale recordar, que nunca traté alguna vez de obtener Pasaporte, pues nunca salí del territorio nacional de Venezuela, en vacaciones escolares me lo recorrí  de occidente a oriente, en mi carrito Fiat mientras estuvieron pequeños mis hijos, después ya muchachones lo hicimos en una camioneta Ford rutera que se la compré a un alemán, full equipo, preparada por el teutón para carretera con doble amortiguación y un “Mata Burro” que parecía un tanque de guerra.

Huir de nuestro país no es nada fácil, el arraigo, lazos familiares, amigos, lugares y paisajes quedan atrás como una puñalada cruel en el corazón, tramité mi Pasaporte a último momento, y salí de Venezuela como mi madre me trajo al mundo, para empezar una nueva vida.

Esos cinco años de permanencia en territorio chileno, nos concede además de la residencia definitiva, el sacrosanto deber y derecho al voto, compromiso adquirido con ésta nación republicana y su democracia ejemplar, de ese mismo modo, pronunciarme considero, sobre los aspectos que he visto y analizado de su sociedad civil, es parte de ese compromiso con éste pueblo que ya siento mío y como parte vital, que nos iguala como hermanos, de todo una nación continental, pues como decía el Libertador Simón Bolívar: “Para nosotros la patria es América”.

He visto una sociedad sectorizada socialmente, los “Cuicos” (como llaman los chilenos a la clase alta), la clase media (técnicos y profesionales medios) y clase obrera (trabajadores, artesanos, comercio ferial) que en Venezuela coexistían, pero, en Chile el antagonismo es evidente.

La educación en Chile es pública hasta la básica, a nivel universitaria es paga, hasta donde he observado y constatado, con todo que el fundador de la Universidad de Chile fue el insigne venezolano Andrés Bello, quién propiciaba la educación pública y estableció las bases de la sociedad chilena al redactar su Código Civil, entre tantas otros aportes a éste gran país.

Hay un aspecto político distorsionante de la sociedad chilena, el mito Allende-Pinochet, que perturba el avance social hacia estamentos superiores de armonía y consolidación de su pleno desarrollo, un tema sensible hasta los tuétanos en éste país, derivado de su historia violenta muy difícil de digerir pero comprensible, en uno u otro caso, por quienes defienden de forma vehemente ambos extremos derecha-izquierda, en cuyo propósito, los políticos interesados exacerban para su bien, capitalizando dicho antagonismo en su ejercicio proselitista.

Es necesario discernir, la realidad histórica en sus consecuencias, por sobre los embates de la existencial, analizo el caso Venezuela, para tratar de ser objetivo en mi análisis, en el año 2002 un golpe de estado depone a Hugo Chávez, sin embargo las resultas del golpe no dan al traste con el gobierno de Chávez y regresa al poder, hoy día sufrimos las consecuencias históricas de la consolidación en el poder de Chávez, su posterior muerte y la permanencia hegemónica de un régimen de oprobio, que creó alrededor del difunto comandante Chávez toda una alegoría iconográfica e ideológica, hasta un Mausoleo donde descansa su cuerpo insepulto, típico de los regímenes totalitarios, lo hizo Stalin con Lenin, China con Mao, Vietnam con Ho Chi Minh y ni hablar de Corea del Norte.

Viniéndonos más cerca, todo lo que se le acercó a Fidel Castro, se arruinó, hasta su propio país, Cuba, es hoy día un solar, cuando el Presidente de Venezuela Carlos Andrés Pérez, invitó a Fidel Castro a su toma de posesión presidencial, pasó apenas un tiempo después cuando una asonada militar encabezada por Hugo Chávez golpeaba su gobierno reformista en 1992.

Un pájaro agorero fue Fidel Castro en América, y pregunto: ¿Quién mató a Chávez? Así como lo hizo subrepticiamente a Camilo Cienfuegos y a Ernesto Guevara, anteponía siempre su caudillismo por sobre todo liderazgo emergente. Fidel Castro, buscó siempre y de antemano una revolución continental liderada por su personalismo autócrata y para Cuba su preponderancia política en el escenario mundial. Es evidente que, Chávez le competía y pisaba sus talones como líder mundial y Venezuela su protagonismo en ese  teatro multinacional.

Son hechos y no palabras, que nos llevan a concluir las consecuencias históricas que significaban para Chile el acercamiento del Castro Comunismo al Presidente Salvador Allende.

Con sobradas diferencias de gobierno con la del Presidente Allende, cuyo destino marcó con su acercamiento a Fidel Castro; es el caso que, como en Venezuela, es y será muy difícil olvidar las desapariciones, detenciones arbitrarias, presos, torturados y muertos causados por un régimen de oprobio sin parangón en su historia, y sobre todo su alto grado de corrupción moral y ética.

Chile al menos, conserva su sentido moral y ético como nación, ese debe ser el valor a capitalizar por su sociedad, por sobre todo propósito político y divisionista de su pueblo, debe consolidarse la unión con una visión nacional de su futuro; ya Bolívar lo vaticinaba cuando en la famosa “Carta de Jamaica” analizando el porvenir de las naciones de la América Meridional, sentenció: “Chile será libre”.

Abogado José Luis Reyes Montiel.




  

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