jueves, 14 de julio de 2016

Miranda, 200 años despues.

Sebastián Francisco de Miranda y Rodríguez, mejor conocido como Francisco de Miranda, su cuna la ciudad de Caracas, donde vino al mundo un 28 de marzo de 1750, quién sería llamado “El Precursor de la Emancipación Americana”, “El Primer Venezolano Universal” y “El Americano más Universal” en su vida fue un notable Político, militar, diplomático, escritor, humanista e ideólogo sus pasos de grande hombre de la humanidad lo hizo participar en la Independencia de los Estados Unidos, en la Revolución Francesa y finalmente en la independencia de Venezuela, siendo su gobernante de la primera República de Venezuela, con el carácter de Generalísimo de los Ejércitos Patriotas.

El Comienzo.

Sebastián de Miranda Ravel, su padre canario de nacimiento y de la caraqueña Francisca Antonia Rodríguez. Inicia estudios en 1762, siguiendo en la Universidad de Caracas aprendiendo Latín, Gramática y Catecismo. A sus 21 años, se embarca a España, para servir en el ejército real, el 25 de enero de 1771. Estando en Madrid, estudia matemáticas, geografía, el idioma francés y el inglés. Comenzando a reunir su biblioteca con obras de filósofos y enciclopedistas famosos de la época, incluso algunas prohibidas por la Inquisición. 

El Rey en el año de 1772,  le asigna la plaza de oficial en el ejército español, iniciando su carrera militar como Capitán del Regimiento de Infantería de la Princesa, de 1773 a 1775 prestando servicios militares en Madrid, Granada, Melilla (Norte de África) y Cádiz. En Medlilla conoce al coronel Juan Manuel Cajigal y en Cádiz conoce a quien sería su amigo de toda la vida John Turnbull y se embarca el 28 de abril de 1780, en la expedición a La Habana, donde es nombrado Capitán del Ejército de Aragón y Segundo Ayudante del General Cajigal.

Por su conducta en la toma y capitulación de Pensacola en 1781, es ascendido a Teniente Coronel. Cajigal, ya como gobernador de Cuba, lo envía a la colonia británica de Jamaica entre agosto y diciembre de 1781.

Participa en la expedición naval española de abril de 1782, que parte de Cuba para la conquista de las Bahamas, entonces posesión británica, Como edecán del general Cajigal, negocia la capitulación de esas islas con el almirante inglés el 8 de Mayo de ese mismo año. Enfrenta intrigas y denuncias siendo acusado por el Tribunal de la  Inquisición de Sevilla por tener libros prohibidos y pinturas obscenas;  asimismo, lo acusan de que en junio de 1781, permitió al general inglés John Campbell visitar las fortificaciones de La Habana. 

Miranda el revolucionario.

Motivado a dichas y maliciosas acusaciones se esconde ante una injusta prisión,  se embarca para los Estados Unidos; el 10 de julio de 1783 llega a suelo estadounidense y permanece unos 18 meses, se dedica a estudiar el proceso de la Revolución en aquel país, frecuentando a sus principales ciudadanos, entre ellos a Jorge Washington, Alexander Hamilton, Henry Knox, Samuel Adams y al marqués Gilbert de la Lafayette. Años más tarde escribió: "Aquí fue que, en la ciudad de New York, se formó el proyecto actual de la Independencia y libertad de todo el continente americano, con la cooperación de Inglaterra." En ese empeño, se embarca para Inglaterra en diciembre de 1784, con el firme propósito de obtener el apoyo militar y finnaciero para la independencia de Hispanoamérica.

Miranda en tierra inglesa, perfeccionar su cultura, forma su personalidad metódica y disciplinadamente en las más variadas ramas del saber; conoce las principales lenguas de Occidente, traduce del latín y del griego, su curiosidad es insaciable, se convierte en la personalidad romántica y universal típica de la época de la Ilustración. 

Emprendió un largo viaje por Europa durante 4 años desde 1785 a 1789, gracias al diario que escribe dejó la más completa información sobre el Siglo de las Luces, hasta merecer ser considerado "el mejor memorialista de su tiempo", visita Holanda, Sajonia, Bohemia, Hungría, casi toda Italia y Grecia, donde describe sus lugares de interés histórico, religioso, artístico y social, pasa al Asia Menor y al Imperio Turco y, antes de fines del año de 1786, se encuentra ya en Rusia, donde hace amistad con el Príncipe Potemkin.

Zarina Catalina de Rusia.
"La Grande"
Un 14 de febrero de 1787, en la ciudad de Kiev, es presentado y conoce de cerca  a la Emperatriz Catalina, quién hace de él uno de sus predilectos, autorizándole usar el uniforme del ejército ruso; recorre Moscú y San Petersburgo, pasa por Finlandia y llega hasta Estocolmo, donde es recibido en audiencia por el Rey de Suecia, Gustavo III, continua a Oslo y Copenhague. Durante éstos viajes, la monarquía española desde Madrid espía con emisarios a Miranda, cuya extradición está propone a solicitar, sin embargo Miranda  Continúa su viaje por Hamburgo, Bremen y Holanda, haciéndose llamar el señor Meroff, conociendo además Bélgica, Alemania, Suiza y el Norte de Italia.

Desde Ginebra se traslada a Lyon en Francia y el 16 de febrero de 1789 se encuentra en Marsella, sale para el centro y norte de Francia, hasta París, y regresa a Inglaterra el 18 de junio del mismo año, en Londres, reanuda sus conversaciones con el Primer Ministro William Pitt y Lord Grenville sobre la proyectada emancipación de Hispanoamérica, presentándoles planos y estudios de las posibles operaciones militares. 

La Revolución Francesa.

Llega a París el 23 de marzo de 1792, en plena efervescencia revolucionaria, entabla amistad con el alcalde de la ciudad y los diputados girondinos, El Ministro de Guerra le ofrece un alto grado en el Ejército Revolucionario y El 1º de septiembre es nombrado Mariscal de Campo, acepta ese rango porque piensa promover así la causa de la Independencia de Hispanoamérica, tiempo después es Segundo Jefe del Ejército del Norte, cuyo máximo jefe es el General Carlos Dumouriez.

Ascendido a general de los ejércitos de la República Francesa, el gobierno de París se pretende enviarlo a Saint Domingue en Haití para someter a los esclavos y mulatos que luchan por su libertad y la de su patria, Miranda rechaza esa misión, Dumouriez, que ya está traicionando la revolución y piensa plegarse al movimiento monárquico, denuncia a Miranda como responsable de las recientes derrotas sufridas en el campo de batalla.

Miranda en París, el 28 de marzo de 1793, comparece ante la Convención y denuncia al traidor Dumouriez, las rivalidades entre los revolucionarios, lo conducen ante el Tribunal Criminal Revolucionario, cuyo acusador público es el terrible Antonio Fouquier Tinville, quien le dicta auto de detención, comienza su largo calvario en las prisiones de París: primero en la Conserjería, de donde salen todos los que van a la guillotina, luego La Force, y La Madelonette. Es defendido por el abogado Claudio Chauveau-Lagarde, recobrando Miranda su libertad el 16 de enero de 1795, reanuda su vida social y conoce a Napoleón Bonaparte, quien dice de él: "Tiene el fuego mágico en el alma". Perseguido de nuevo por la Convención y el Directorio, es detenido, puesto en libertad, y decide vivir en la clandestinidad.  

Por una Hispanoamérica libre.

El 22 de diciembre de 1797 firma con Pablo de Olavide, el Acta de París, donde asume la representación de la América Meridional Independiente; al año siguiente regresa a Londres, y en enero de 1798, reanuda sus gestiones con el primer Ministro Pitt y el gabinete británico, respecto de las operaciones militares en Hispanoamérica. Por su actuación en la evolución francesa, su nombre está inscrito en el Arco de Triunfo de París, su retrato en el Palacio de Versalles, y su estatua en el campo de batalla de Valmy.

Batalla de Valmy Francia, Miranda con tropas francesas bajo su mando..
 A finales de 1798 y comienzos de 1799, Miranda aprovecha el regreso a America de varios criollos para difundir el ideario de la emancipación, hace imprimir en francés la Carta a los Españoles Americanos, del jesuita peruano Juan Pablo Viscardo y Guzmán, sin el apoyo de Inglaterra y Estados Unidos, piensa viajar a la Isla de Trinidad, con el propósito de promover desde allí la lucha emancipadora, pero el gobierno inglés le niega el pasaporte, mientras es traicionado por su secretario Luis Duperon.

El año de 1800, lo encuentra en Londres conviviendo con su ama de llaves, Sarah Andrews, que le da dos hijos, Leandro y Francisco, desde esa ciudad le escribe dos cartas a Napoleón, y éste le concede el permiso tácito para que vaya a París, donde arriba el 28 de noviembre de 1800, es expulsado de París por algunas intrigas e intereses contrapuestos en el gobierno francés, y al regresar a Londres, en 1801, continúa sus gestiones en pro de la Independencia de Hispanoamérica. En 1802, se traslada a la que sería su residencia definitiva en Londres, la casa Nº 29 de Grafton Way, hoy en día propiedad del Estado venezolano, donde  prepara un bosquejo del gobierno provisional y del régimen federal, con sus Cabildos, Asambleas provinciales, la Dieta Imperial y la figura de los máximos gobernantes, los Incas. También prepara un reglamento militar, una proclama A los pueblos del Continente Colombiano alias Hispanoamérica y, finalmente, el plan de invasión del Continente. Llega el año de 1803, y a pesar de las promesas del gabinete británico, no puede realizar la expedición que quiere dirigir hacia Trinidad como base de sus operaciones en América. 

Sus primeras acciones de invasión e independencia de la América Meridional.

Hace sus preparativos para marcharse en 1805, redacta su testamento, nombra a sus amigos John Turnbull y Nicolás Vansittart por sus albaceas, ordena que su archivo Colombeia sea trasladado a Caracas, lega sus clásicos griegos y latinos a la Universidad de Caracas y sus demás bienes situados en Caracas, Londres y París a sus hermanas y sobrinos, para que sean aplicados a la educación de su hijo Leandro, y para su mujer Sarah Andrews.

Se embarca a los Estados Unidos, visita al Presidente Thomas Jefferson y al Secretario de Estado James Madison, quienes lo oyen pero no se comprometen formalmente en la expedición que está preparando, Miranda, con la ayuda de algunos amigos, logra armar el bergantín "Leander" -el mismo nombre de su hijo-, y zarpa para Jacmel, Haití, el 2 de febrero de 1806, en dicho puerto haitiano, se le unen las goletas "Bee" y "Bacchus" y El 12 de marzo ondea por primera vez la bandera tricolor, creada por el, amarillo, azul y rojo en el mástil del "Leander" anclado en la Bahía de Jacmel, y se dispone invadir tierra firme por las costas de Ocumare, el 28 de abril se libra un combate naval frente a Ocumare: unos navíos españoles obligan al "Leander" a retirarse y capturan a las goletas "Bee" y "Bacchus", con 60 prisioneros, 10 de los cuales son condenados a muerte. 

Miranda se reagrupa en Trinidad con sus tropas, desembarca nuevamente en tierra firme pero esta vez  en la Vela de Coro el 3 de agosto de 1806, toma el fortín, iza la bandera tricolor, y entra en Coro el 4 de mayo, la población reacciona con frialdad, muchos evitan comprometerse, y otros prefieren huir al campo, transcurren 10 días de inactividad, Miranda abandona la ciudad de Coro pasando hasta Aruba desde allí vaga por algunas islas del Caribe, antes de regresar a Inglaterra, por falto de apoyo de sus paisanos.

Regresa a Inglaterra un 31 de diciembre de 1807, reinicia sus gestiones ante el gabinete británico durante los primeros meses de 1808 entonces logra que los ingleses armen una expedición americana al mando de quien será más tarde el duque de Wellington, pero la invasión de España por Napoleón altera los planes. Miranda se dedica a redactar un periódico y escribir hojas de agitación a los Cabildos y a personajes criollos de Caracas, Buenos Aires y otras poblaciones incitándoles a formar Juntas de Gobierno Independientes.  

La independencia de Venezuela.

Miranda en las costas venezolanas.
El 14 de julio de 1810, arriban a Londres los comisionados de la Junta Suprema de Gobierno de Caracas, Simón Bolívar, Luís López Méndez y Andrés Bello, quienes gracias a sus contactos con gobernantes y personalidades, dicha comisión venezolana lo persuaden de regresar a su ciudad natal. 

El 10 de diciembre de 1810, después de una breve escala en Curazao, llega a La Guaira, donde es recibido personalmente por Simón Bolívar, en medio del júbilo de la población. Miranda es nombrado Teniente General de los Ejércitos de Venezuela, figurando entre los principales promotores de la Sociedad Patriótica y, en 1811, se incorpora al Congreso Constituyente; Miranda está al lado de los sostenedores de la inmediata declaración de independencia, durante las sesiones del Congreso, la nueva República es proclamada el 5 de julio de 1811 adoptando como pabellón nacional la bandera tricolor traída por Miranda en el año de 1806.
Recibido como un héroe en La Guaira hacia Caracas.
Vendrían días azarosos en la breve vida de la naciente República, discordias internas, fracasan medidas económicas como la del papel moneda, comienzan las conspiraciones por el restablecimiento de las monarquía española; Coro se levanta en armas, y Valencia en julio de 1811, cuya insurrecciónes aplastada por Miranda quién es designado por el Ejecutivo como Jefe del Ejército. Miranda considera la Constitución Federal poco adecuada a las circunstancias del momento de la novel República; la situación empeora, el año de 1812, llega con un terrible terremoto que destruye buena parte de Caracas y otras ciudades venezolanas, aumentando las amenazas de insurrecciones de los descontentos españoles y de muchas cuadrillas de esclavos de las haciendas cercanas. Desde el Occidente venezolano, un capitán español, Domingo Monteverde, levanta un ejército avanzando hacia la Caracas, Miranda recibe entonces, del Ejecutivo Federal plenos poderes dictatoriales, con carácter de Generalísimo, Jefe de Tierra y Mar de la Confederación de Venezuela.

Generalísimo del Ejercito Patriota
con plenos poderes en la I República.
Miranda planea su estrategia en las operaciones militares, confiando en que el tiempo le permitirá imponer la disciplina necesaria en las bisoñas tropas republicanas, y ver desgastarse al enemigo, pero falto de pertrechos y logística; sumadas a las intrigas de buena parte del mantuanaje criollo, el temor sembrado en la población por el fanatismo religioso, la desorganización e indisciplina entre las fuerzas armadas que le hacen perder principalísimas posiciones como la plaza de Puerto Cabello, y sus propias actitudes políticas que encuentra una férrea oposición,  lo llevan a la decisión de proponer a su contendiente español Domingo Monteverde un armisticio y capitulación. Monteverde, no cumple lo pactado, desata el terror, y un grupo de patriotas, entre ellos Simón Bolìvar y Miguel Peña deciden detener a Miranda, cuando se proponía embarcarse a Curazao a fin de organizar la reconquista republicana desde Cartagena.

Monteverde lo remite prisionero al castillo de Puerto Cabello, siendo inútiles las gestiones de la Real Audiencia de Caracas solicitando el cumplimiento de los acuerdos de la capitulación, por el contrario, es trasladado a la fortalzeza de El Morro en Puerto Rico, y a fines de 1813 embarcado a España, donde es hecho prisionero y confinado a un calabozo del Arsenal de La Carraca, cerca de Cádiz. Aislado totalmente del mundo exterior, Miranda sufre un ataque de apoplejía, que lo paraliza y termina por causarle la muerte en la madrugada del 14 de julio de 1816, siendo sus restos sepultados en una fosa común en las adyacencias del arsenal militar.


Francisco de Miranda pasa a la eternidad como uno de los precursores de la unidad continental, es el primero que propone un nombre, Colombia, el continente Colombiano, siendo la razón de su vida: "La Independencia y Libertad del Continente Colombiano"

Napoleón Bonaparte diría de él al conocerle: "Este Quijote, que no está loco, tiene fuego sagrado en el alma" Simón Bolívar lo calificó como: "... el más ilustre colombiano..."

Arco del triunfo en París Francia.
Miranda cuyo nombre está grabado en el Arco del Triunfo; su retrato colocado en la Galería de los Personajes en el Palacio de Versalles y su estatua erigida frente a la del General Kellerman en el propio campo de Valmy, en Francia. A lo largo de su vida estableció estrechas relaciones con personajes de la talla de Bolívar, Napoleón, Andrés Bello, William Pitt, O' Higgins, Sucre, Catalina de Rusia, Wellington, Dantón y San Martín, entre tantos prohombres de la historia universal.

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