domingo, 18 de mayo de 2025

Una Media Docena.

Los Bravos "Araucanos"
nación originaria de Chile, el país
de la Estrella Solitaria.
Llegamos a Santiago de Chile un domingo muy temprano en la mañana del siete de Abril del año 2019, seis años han pasado con el mismo ritmo desde el inició de éste siglo XXI, los años 2000 trajeron para nuestro país esa ola infausta que a muchos obligó dejar atrás además del hogar, el terruño donde nacimos y forjamos un patrimonio familiar de lo que tan solo queda una impronta en nuestra nostálgica añoranza.

De los que se quedaron en nuestra tierra, dolorosamente han fallecido familiares y amigos, unos por la pandemia entre 2019 y 2020, otros por las carencias de medicinas y hasta de la posibilidad de alimentarse adecuadamente, esa es la realidad sobrevenida para un amplio sector de venezolanos.

Para los que sobreviven al hecho, como exigirles otra conducta además de sobrevivir ¿Qué si luchan? Además de resistir los embates de la necesidad diaria de servicios públicos y procurarse un bocado de comida ¿Qué si luchan por su libertad?

Es la infeliz pregunta que se nos hace a los venezolanos en el exterior, por parte de personas ignorantes de lo que significa vivir y coexistir en un país secuestrado por un sistema político que, asume constituirse reivindicador de la clase trabajadora, condenándolos a la esclavitud a la sombra de los privilegios de una neo oligarquía de burócratas enquistados en ese poder omnímodo, que les confiere el usufructo de las armas en las manos deshonestas a su juramento de quienes las ostentan para defender las garantías sociales constitucionales, por arrastrar su voluntad vocacional  como cancerberos y esbirros de sus amos vende patria.

El tema en Chile es controvertido, existe una sensibilidad por el tema del golpe militar al Presidente Salvador Allende y su estela de desaparecidos y muertos acaecidos, eso es comprensible, pero, también los antecedentes históricos de aquel gobierno de la llamada Unidad Popular, merece un análisis objetivo, para concluir el peligroso camino que los “radicales” pretendían imponer en éste país austral; afortunadamente, el pueblo chileno ha seguido la senda de la democracia y en ese empeño permanece fiel a su vocación nacional, conforme al postulado profético de la Carta de Jamaica sobre los bravos Araucanos, según vaticinó nuestro Simón Bolívar, acerca de este país: “Chile, será libre”.

¿Cuánto ha significado el costo para los pueblos de Cuba, Venezuela y Nicaragua? ¿Qué dice la historia del pasado siglo XX? Sobre la URSS, la China de Mao y tantos otros pueblos oprimidos por la bota represiva de regímenes marxistas-leninistas, la evidencia es incuestionable.

Éste tiempo que ha pasado es una lección necesaria, vital, por una parte para los venezolanos de bien, los que estamos fuera y dentro de Venezuela, para asumir con nuestra experiencia una labor de reingeniería nacional, reinventando el país que queremos construir, una vez superadas las barreras oligopólicas del oprobioso régimen; por otra parte para los países vecinos, despertar y liberarse del encanto narrativo de políticos complotados en un proceso continental de quienes pretenden instaurar su hegemonismo totalitario como sistema de poder.

Ésta media docena de años, nos ha mostrado una nueva vida, residentes en éste gran país que nos ha acogido con la empática hermandad de sus mejores hijos, que por su cultura hispana y raíces históricas, por su religión mayoritariamente Católica e idioma castellano, nos igualan más, que la revoltosa anticultura de allá y de aquí; por eso los hombres y mujeres de bien nos reconocemos y juntos hacemos el trabajo de cada día, de construir un país en libertad y democracia.

Ese país que también queremos para Venezuela, nosotros como venezolanos, lo queremos y deseamos de corazón para Chile y su gente, como migrantes residentes en ésta patria de los bravos Araucanos como la definió Bolívar, es su grandeza y nuestro optimismo, en especial el motivo personal de seleccionar éste país como lugar para establecer mi familia y desde ya mi futura descendencia.

JL Reyes Montiel.




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