domingo, 5 de febrero de 2012

La India.

Molienda de Maiz.

Otrora, me relató mamá que le contó papá, cuando cada mañana partían desde las moliendas a los mercados, abastos, pulperías, tiendas, mercados y particulares de todas las barriadas de Maracaibo, la masa de maíz pilado, en envases de latas de cinco galones, para hacer las arepas, mandocas y empanadas de nuestros desayunos y cenas, la cual tiene un sabor muy característico que nunca ni jamás superaran las actuales harinas de maíz precocido del mercado, el gusto, sabor, y textura de la masa de maíz pilado.

En la primera mitad del siglo XX floreció en Maracaibo una industria propia y vernácula, “las moliendas” muy especialmente la de mi padre Pascual Reyes y la de su compadre José Bravo, mamá me contó que en ella no solo se pilaba el maíz para la cocina maracaibera, sino también se molía el grano de café proveniente de nuestros Andes venezolanos para el cafecito colado y se elaboraba una fina pasta de trigo llamada Cabellos de Angel, para sopas y otros acompañamientos culinarios, el maíz picado de baja calidad se reservaba para la venta como alimento para ganado y aves de corral.

Las moliendas de antaño constituían toda una industria con maquinaría, motores, poleas, correas de trasmisión, alimentadas por energía eléctrica, vale decir, que Maracaibo fue la primera ciudad en Venezuela en instalar la electricidad como servicio público, por supuesto, las moliendas debían funcionar en edificaciones apropiadas para tal fin, recuerdo muy remotamente el ruido ensordecedor de las maquinas de la molienda “La India” última molienda de papá, que funcionó en la Calle Casanova del Empedrao en toda la esquina de la placita, el negocio prosperó sostenidamente, sacos de maíz y café a granel entraban a los depósitos de la molienda y su contenido era pilado y molido por la productiva maquinaría, las monedas de plata que era nuestro Bolívar se guarnecían en una mesa arreglada para tal fin con unas perforaciones que separaban el ingreso de fuertes, de uno, reales, medios y lochas, es decir, de las monedas de a cinco, 1 Bolívar, 0,50, 0,25 y 0,12 Bolívares.

Molienda de Café

Mis hermanos Miguel y Gilberto, trabajaron duro con papá en aquellos días, Tarcila mi hermana llevaba la contabilidad, de modo que el negocio prosperó y se mantuvo hasta principios de los años 1960, cuando entró en el mercado un nuevo producto que involucionó la forma de amasar la harina de maíz; las harinas de maíz precocidas dieron al traste con la industria moliendera marabina.

Así pasó a la historia el típico maíz pilado y las moliendas, con su sabor añejo que le dan ese toque tan criollo a una empanada, no hay como una sabrosa empanada de maíz pilado con carne mechada, o las de papa con queso, unas mandocas con su toque de plátano, queso de año y papelón, una arepa rellena con mortadela y queso aquí se les llama “Tumba Rancho”, aún se consiguen en nuestra ciudad en algún que otro rincón donde muy artesanalmente con un molinillo de mano elaboran maíz pilado y hacen la delicia del paladares nostálgicos, en el Empedrao y las Veritas “Loco Lindo”, las del Barrio 18 de Octubre son famosas, hay otras en San Jacinto y por supuesto en San Francisco, es menester recorrer la ciudad y ubicarlos.  


JLReyesMontiel.

1 comentario:

Manuel Gutierrez dijo...

Las empanadas del matapalo en la av. Padilla también fueron muy famosas en los 70´s y 80´s