domingo, 31 de marzo de 2013

La República del Zulia.


Gral. Jorge Sutherland,
a cuyas ordenes se edificó
el palacio  de Gobierno del Zulia,
posteriormente llamado "Los Cóndores"

En honor a la verdad la idea de crear la República del Zulia se debió a Jorge Sutherland y no a Venancio Pulgar como muchos creen, en el año 1840, todo comenzó cuando por decreto ejecutivo del poder central el puerto de Maracaibo pierde su categoría de puerto internacional, quedando solo el puerto de La Guaira, esto por razones, según el gobierno de José Tadeo Monagas, de geopolítica y de integración del territorio nacional, negándole a la provincia de Maracaibo recibir en su puerto barcos de los puertos de Norteamérica y europeos. 

Esto desencadenó, como era de esperarse, un gran descontento en toda la región de la cuenca del Lago de Maracaibo, del cual forman parte los estados Táchira, Mérida y Trujillo que tenían la salida de su comercio marítimo por el Lago y aún más allá de la frontera venezolana oocidental, la región Norte de Santander en la otrora Nueva Granada, hoy Colombia, que embarcaban su café y demás mercaderías en nuestro puerto marabino.

A todas estas, se sumó los acontecimientos de la guerra federal y la exigencia del gobierno central de la recaudación de impuestos de guerra a las regiones y el reclutamiento militar, el general Jorge Sutherland entonces gobernador de la provincia de Maracaibo en su discurso, proclama: "No más consideraciones, maracaiberos; la lealtad no nos ordena el suicidio. Rompamos los lazos, proclamemos la independencia".


En ese entorno el Gral. Jorge Sutherland decide independizar la región e integrar el vasto territorio que comprendía desde el Norte de Santander, la región Andina y toda la cuenca del Lago de Maracaibo, proclamando el Estado Soberano del Zulia, aunque el verdadero proyecto era pactar con el Gral. Juan Crisóstomo Falcón, artífice de la Federación, la adhesión a la futura República Federal de los Estados Unidos de Venezuela, que era la causa y motivo de dicha guerra civil.

Los de Venancio, decía mi abuela
centenaria, recordando al temible
caudillo regional Venancio Pulgar 
Pero los planes integracionistas y progresistas, para nuestra región zuliana del Gral. Sutherland, que pretendían mejores condiciones de trato y respeto para nuestra región, tuvieron su fatal desenlace, ya que el Gral. Venancio Pulgar, favorecido por el presidente 
Guzmán Blanco, quién consideraba nuestra ciudad de Maracaibo como "una playa de pescadores" en su critico pensar, vence a Sutherland en combate armado, y no le queda otro recurso que marcharse al exilio; el gran
Estado Soberano del Zulia es dividido y reincorporado nuevamente a Venezuela, pasando su aduana portuario a la administración del gobierno central, muy a despecho de la supuesta federación vencedora. 

Para el año 1870 Venancio Pulgar es elegido presidente constitucional del estado Zulia, y en 1874 al terminar su período pasa a ser presidente del Distrito Federal; la perspicacia política de Guzmán Blanco muy bien entendía el peligro potencial de dejar a un megalómano como Pulgar, lejos de su centro de poder donde sería más fácil alagarlo, lisonjearlo y ganárselo, y no lejos acá en el Zulia, donde terminaría en las primeras de cambio, levantándose en armas en su contra, bien conocía el mal llamado ilustre americano las tendencias de los caudillos venezolanos de la época, de saltarse la talanquera al mismo estilo de hoy día, no hemos cambiado nada nadita.


Puerto de Maracaibo visto desde la torre de la iglesia del Convento de San Francisco.

Gral. Antonio Guzmán Blanco.
Más tarde, la región zuliana seguirá levantando su protesta ante las pretensiones del centralismo, pidiendo el estado Zulia mayor autonomía, el presidente Antonio Guzmán Blanco quién en represalia decreta su unión con el estado Falcón y el cambio de sus capitales de Maracaibo y Coro, primero a Casigua y luego a Capatárida bajo la figura del Estado Falcón Zulia. Duro golpe para nuestro decoro regional, no por el hecho de esas nobles poblaciones de la tierra madre Falconiana, sino por la pretendida humillación que desde antes había manifestado Guzmán al decir que nos convertiría en playa de pescadores.

No sería esta la primera ni la última vez que nuestra zulianidad se ve lastimada, ya el mismísimo Francisco de Paula Santander, había comentado en una carta al Libertador Simón Bolívar, que a los zulianos no nos quería ni de aliados, resultándoles según su opinión, los marabinos algo jaraneros y persuadidos, ya su notable enemistad con el Gral. Rafael Urdaneta era notoria por la deslealtad de Santander a Bolívar, la noche septembrina de 1828, cuando Bolívar no aparecía después de la refriega magnicida, Urdaneta indignado dijo que si no aparecía el Libertador pasaría a Bogotá por las armas.

Abog. José Luis Reyes Montiel.
Obras consultadas, Página web del Dr. Ernesto Garcia Mac Gregor
Historia del Zulia Lic. Antonio Gomez Espinoza
Memorias del Gral. Rafael Urdaneta
Apuntes Históricos del Estado Táchira Ing. Pablo Villafañe Angarita. 
Fotos bajadas de Google
Mapa coloreado y dibujado el Norte de Santander, bajado de Wikipedia.







sábado, 2 de marzo de 2013

Los Tiznados.

Gral. Jorge Sotherland
En sus buenos tiempos, cuando junto con el
Gral. Venancio Pulgar, compartían el gobierno 
del Estado Zulia, llegando a proclamar
la República del Zulia, pero será otro relato.

Venezuela, después de las guerras de independencia quedó sumida en una profunda crisis de liderazgo, ya al Libertador Simón Bolívar se le hizo bastante difícil mantener la unidad del ejército patriota, desde Carlos Piar hasta Francisco de Paula Santander, pasando por las insubordinaciones de Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi, José Antonio Páez, entre otros, solo el cumanés Antonio José de Sucre y el marabino Rafael Urdaneta, mantuvieron su fidelidad al Libertador, uno como el Gran Mariscal de Ayacucho y el otro, como El Brillante General Zuliano.

Para el año de 1830, José Antonio Páez da la estocada final al magno país bolivariano, Colombia, llamada así en honor a Cristóbal Colon el Almirante de España del Mar Océano y colonizador este nuevo mundo América, con lo cual Simón Bolívar quiso integrar las nacientes Repúblicas de Venezuela, Nueva Granada (actual Colombia) y Quito (actual   Ecuador).

Separada Venezuela, Páez asciende al poder como dictador de Venezuela, se instaura como terrateniente y jefe central del ejército nacional, gobernando a nuestro país como su posesión; duros años seguirán la historia de este país, de general en general, entre conservadores y liberales, azules y amarillos, godos y pueblo en armas, entre montonera y montonera, a cada alzamiento surgiría otro invocando las injusticias del gobernante de turno para instaurarse él y seguir con el despotismo caudillista, que podríamos resumir en estos versos del poeta del pueblo venezolano, Aquiles Nazoa “…Niña que bordas la blanca tela, niña que tejes en tu telar, bórdame el mapa de Venezuela y un pañuelito para ponerme a llorar”…

Uno de esos personajes, por demás pintorescos de nuestra historia patria, es sin duda alguna el General Venancio Pulgar, admirado por unos y muy criticado por otros, regionalista para éstos y el incendiario de la Villa del Rosario de Perija para aquellos, pero que objetivamente hablando no fue sino un caudillo como todos los caudillos, un personalista y arrogante señor, que se mantuvo fiel a los detentadores del poder siempre y cuando respondieran a sus intrínsecos intereses.  

Venido a menos Venancio Pulgar, perdió toda influencia militar y política en Venezuela, un conflicto de liderazgo con Joaquín Crespo, quién gozaba del favoritismo de Guzmán Blanco, dio al traste con su figuración en aquel gobierno, al alzarse en armas quedó aislado y derrotado.

Gral. Venancio Pulgar, Hijo de Venancio López del Pulgar y María del Rosario Roldán.
Nace en Maracaibo el 7 de noviembre de 1838, muere en Caracas el 8 de octubre de 1897, caudillo y militar Venezolano,
sus restos reposan en el Panteón Regional del Estado Zulia.
En el Zulia, quienes en armas prestaron sus servicios como soldadesca de aquel aguerrido Venancio Pulgar, al desaparecer de entre ellos, quedaron diseminados en pequeños grupos de guerrilleros a caballo, armados con sus máuseres alemanes, mas bandoleros y forajidos que combatientes de un ideal, se dedicaron a la rapiña y al asalto, iban por esos pueblos y comarcas, atemorizando a  los lugareños y despojándole de sus pertenencias y de comida, desde sus guaridas en el monte adentro, se dejaban llegar hasta los hatos hacia el norte de Maracaibo desde el Hato Canchancha hasta Cabeza de Toro, pasando por el Hatico de los Acosta llamado entonces Hato San Jacinto donde hoy está la popular barriada “San Jacinto”, por donde otrora amedrentaban a sus propietarios y se adueñaban de vituallas, caballos y ganado.

Para aumentar su mal aspecto y atemorizar, se hacían pintar la cara entre ellos mismos, empleando el hollín producido por la leña de sus hogueras al acampar, y a la vez les serbia para disimular sus facciones y evitar ser identificados; razón por la cual el pueblo les dio el sobrenombre de “Los Tiznados” a los facinerosos exgendarmes de Venancio Pulgar, por lo que eran también conocidos como “Los de Venancio”.

Mas de una vez, entre añoranzas y recuerdos del pasado, escuche a la abuela Mamá Carmela en su ancianidad de sus 101 años, contarme aquellos acontecimientos de su época, cuando de hato en hato, se corria la voz:  -Ahí vienen los tiznados, tiren los animales al monte, si se perdía una cabrita, un cerdo o una vaquita, decían entre si los vecinos: -Esos fueron los tiznados. Los Tiznados legado bandolero de aquellas guerras fratricidas y de sus montoneras, que en nuestra región zuliana y en toda Venezuela asolaron nuestro país en las postrimerías del siglo XIX y comienzos del siglo XX. 

José Luis Reyes Montiel.